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El Gobierno israelí da marcha atrás en la construcción de colonias ante la visita de Bush

La oficina del primer ministro de Israel, Ehud Olmert, se apresuró ayer a desmentir la aprobación de un proyecto para construir entre 10.000 y 15.000 nuevos apartamentos en territorio ocupado cercano a Jerusalén que, según publicaba ayer el diario 'Haaretz' de Tel Aviv, ya tiene luz verde del ministro de Vivienda, Zeez Boim. El plan, que estaría pendiente de un último trámite para su definitiva autorización, convertiría el actual asentamiento de Atarot en la mayor colonia judía a las afueras de la Ciudad Santa, que quedaría así aún más desconectada de los vecinos barrios palestinos.

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A falta de poco más de dos semanas para que el presidente de Estados Unidos, George W. Bush visite el país -entre el 8 y 16 de enero-, y con una queja oficial norteamericana ya encima de la mesa por el anuncio el mes pasado de una promoción de 307 casas también en suelo confiscado a los palestinos, la respuesta fue tajante. «Nada está decidido y nada ha sido autorizado», aseguraba el portavoz de Olmert, Mark Regev, consciente de que un fallo en el compromiso de congelar la creación de colonias podría acarrear a Israel algo más que malentendidos con la Casa Blanca, tan empeñada de repente en sacar adelante las negociaciones de paz abiertas en Anápolis.

«Algo así es innecesario y socavaría la posición internacional de Israel», reconocía más directamente el viceministro y brazo derecho de Olmert, Haim Ramon, que recientemente declaró que Atarot quedaría bajo control de un futuro Estado palestino.

Los gestos conciliadores del Gobierno hebreo se quedaron ahí, porque en relación a Gaza, el jefe del Ejecutivo habló ayer ante los miembros de su partido Kadima de «una guerra en el sur». Aunque, se esforzó en exponer, se tratará de una guerra de precisión, de oportunidad y de inteligencia, que tendrá como objetivo «a los jefes de las organizaciones terroristas responsables del lanzamiento de los cohetes Qassam».

Según dijo, los más de «200 ataques y asesinatos de terroristas» logrados en los últimos meses entre los palestinos, «no son una coincidencia, sino resultado del intrépido trabajo del Ejército y de lo Servicios Generales de Seguridad», sumergidos en una estrategia «no de operación a gran escala, sino selectiva, con resultados impresionantes, que no va a parar».

Misil mejorado

Con la mirada puesta en la amenaza de Irán, Israel también procedió el martes al lanzamiento experimental de una versión mejorada de un misil anticohetes estadounidense Patriot, que demostró su éxito en la interceptación de proyectiles. «El experimento forma parte de una serie de pruebas para calibrar las mejoras operacionales de ese misil», se afirma en el comunicado, en el que se precisa que el ensayo tuvo lugar en el sur de Israel y que se utilizó de blanco «un objetivo que semejaba un avión en misión de combate».