Brindis navideño en la pantalla

Cava o refresco. Refresco o cava. El brindis televisivo para la Navidad 2007 sigue siendo el clásico, pero ha llegado este año con una categoría extra y, de mero anuncio publicitario, se ha convertido en cortometraje en toda regla. Si el director cinematográfico Martin Scorsese ha hecho de Freixenet' un thriller sin burbujas de poco más de diez minutos de duración (en Internet, porque en televisión sólo se emiten fragmentos), Coca-Cola ha lanzado un spot navideño que, si bien sigue la línea argumental del que emitió en 2006 con sus imágenes animadas en 3D, ya es el más duradero de toda la historia de la compañía con sus tres minutos y treinta segundos.

El primero se centra en cómo el propio Scorsese -hace doblete como director y actor- quiere rodar una película con tan sólo un guión inacabado de tres folios y medio del maestro del cine de suspense, Alfred Hitchcock. Que apareciera una botella del cava Carta Nevada, que hubiera un brindis y que utilizara en algún momento la palabra reserva, fueron los mínimos que Scorsese recibió antes de empezar a rodar. En el caso de la compañía de refrescos, es una pieza que presenta las aventuras de un trabajador de la fábrica que se embarca en una búsqueda para llenar la botella de Coca-Cola y devolver así la felicidad al lugar.

¿Publicidad o algo más? Se trata de cortos que son patrocinados por una marca comercial pero que no venden totalmente su mensaje a ésta, sino que saben emplearla dentro de la acción sin perder la libertad creativa. Una buena forma de unificar dos mundos tan distintos, el de la publicidad y el cine.

Otros maestros

Lo cierto es que hace tiempo que los creativos han puesto sus ojos en el séptimo arte. Antes que el de Scorsese ha habido otros anuncios dirigidos y/o protagonizados por maestros del cine: Ridley Scott para Nissan, M. Night Shyamalan para American Express, David Lynch para Gucci, Quentin Tarantino para Perfect TV, Robert Rodríguez para Martini e incluso Álex de la Iglesia para Fnac (dos cortometrajes publicitarios que fueron censurados en España por violentos) y Miguel Bardem para Soberano. Este último fue precisamente el pionero, la primera vez que se llevaba a cabo el patrocinio de una obra audiovisual por parte de una marca comercial.