GANADOR. Kamsky se impuso en la final al jugador español.
AJEDREZ COPA DEL MUNDO

La final de los resucitados

Shirov y Kamsky han resurgido de sus cenizas para ganar a la última generación de niños prodigio y alcanzar la gran final, en la que el americano se impuso al español

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Como ex ciudadanos soviéticos, Alexei Shirov (Riga, 1972) y Gata Kamsky (Tatar, Siberia, 1974) podrían tener motivos para sentirse incómodos en la ciudad rusa de Khanty-Mansiysk. Lejos de dejarse distraer por los recuerdos, ambos han resucitado a tiempo de subirse al que quizá sea su último tren hacia el título mundial. Estos días han disputado, a priori sin un claro favorito, la final de la Copa del Mundo. Finalmente, salió vencedor Kamsky tras hacer tablas con blancas en la cuarta y última partida de la final. Kamsky, que termina el torneo invicto, se impuso por el marcador final de 2,5 a 1,5 gracias a su victoria con blancas en la segunda partida. Las otras tres terminaron en tablas.

Enfrentados ambos en semifinales a dos chavalines a los que doblaban en edad (el ucranio Sergey Karjakin y el noruego Magnus Carlsen), los dos ajedrecistas no sólo comparten su condición de exiliados y un momento de forma espectacular, sino multitud de sensaciones. Quizá lo más dramático que tienen en común es haber conocido el vacío que acompaña a quienes, después de estar a punto de llegar a lo más alto, caen al pozo del olvido.

En el caso de Kamsky, su clara derrota ante Karpov en 1996 lo llevó a abandonar el ajedrez, casi a lo Bobby Fischer. El caso de Shirov es peor. El autor del libro Fuego en el tablero sufrió la peor de las humillaciones. En 1998, después de derrotar contra pronóstico a Vladimir Kramnik en Cazorla y de ganarse el derecho a retar a Kasparov, éste, por decirlo de un modo suave, no hizo todo lo necesario para que el duelo llegara a celebrarse. Lo que es peor: la Federación Internacional, sin ganas ni capacidad de encontrar patrocinador en un encuentro huérfano de glamour, permitió que Garry acabara jugando (y perdiendo) contra el propio Kramnik, quien además era su amigo y antiguo discípulo. En el año 2000, Shirov se llevó una segunda bofetada, esta vez merecida. Alcanzó la final del Mundial de la FIDE, en pleno cisma del ajedrez, pero no pudo superar en Teherán al actual campeón, el indio Viswanathan Anand.

En Khanty-Mansiysk, Shirov y Kamsky han demostrado gran superioridad sobre el resto de jugadores, en un torneo jugado por eliminatorias en el que 126 participantes ocupaban la línea de salida, con Vasily Ivanchuck como número uno y principal favorito.

El fuego contra el hielo

Ayer se enfrentaron en Rusia el fuego y el hielo, un pirómano de los tableros contra el más eficaz de los bomberos. Al final se impuso Kamsky, pero ambos han demostrado que aún tienen mucho que decir.