Jerez

El esplendor de Garvey

La entidad bodeguera otorgó ayer sus primeros premios a la excelencia profesional a tres personalidades e instituciones

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La bodega San Patricio se vistió ayer de gala para acoger la primera edición de los Premios Conde de Garvey a la excelencia profesional, unos galardones que reunieron en las instalaciones de la familia Ruiz Mateos a muchas caras conocidas de la sociedad jerezana como Ismael Jordi, Joaquín Morales o Pedro Rollán, sin olvidar a empresarios de reconocido prestigio de la ciudad.

El acto comenzó pasada las siete de la tarde. Con nervios y un respetuoso silencio los galardonados aguardaban a que tras las palabras de Rufino Romero, director de Expansión de Nueva Rumasa, fueran nombrados para subir al escenario y recoger sus correspondientes premios. A lo largo del discurso que ofreció el director de Expansión, éste explicó que el objetivo del evento «no es otro que reconocer la labor social de determinadas personalidades e instituciones en cada una de sus áreas».

Una vez aclarado el motivo de este acto, fueron desfilando los tres galardonados ante la atenta mirada de las personas allí congregadas. El primero de los homenajeados fue, en palabras de Fernando Martínez de Irujo, «un rejoneador de elegantes maneras perteneciente a una de las familias más ilustres de la ciudad»: Álvaro Domecq, quien visiblemente emocionado reconoció estar «aturdido» ante este premio, además de no dudar ni un sólo instante en agradecer a la familia anfitriona que «hayan pensado en mí».

Álvaro Domecq, al igual que los representantes de las dos instituciones que también fueron premiadas en la noche de ayer, pudo disfrutar de una proyección de cinco minutos en la que se hacía un repaso a su trayectoria profesional. En estas imágenes el rejoneador aparecía en las plazas de toros donde durante años mostró su saber hacer, para más tarde impulsar el nacimiento de la Real Escuela de Arte Ecuestre.

Otro de los premios recayó sobre el Grupo Joly, mientras que el tercero fue recibido con gran satisfacción por la Fundación San Telmo a manos de su presidente, Eustasio Cobreros. Esta última institución fue creada en 1982 con el propósito de formar a empresarios y ejecutivos.

«Por las instalaciones de nuestra institución han pasado más de 5.000 empresarios. Llevamos trabajando 25 años y me satisface poder decir que no existe en Andalucía ninguna empresa de prestigio en la que alguno de sus directivos no haya pasado por alguna de nuestras sedes», recalcó el presidente de San Telmo.

Los galardonados recibieron además de un diploma acreditativo, una copa original del escultor Pinto Berraquero, realizada por la Fundación Alcalde Zoilo Ruiz Mateos, y un cofre-botella de Solera Gran Reserva numerada de Conde Garvey.

Al finalizar el acto de entrega, el Grupo Garvey ofreció a los asistentes un cóctel, no sin antes escuchar a Alfonso Ruiz Mateos quien calificó de «necesarios» e «importantes» estos premios que nacen con vocación de ser una referencia a nivel nacional.