Cultura

«Los escritores ayudaron a la caída del comunismo tanto como a su creación»

-Se sabe mucho de lo sucedido en Alemania en los años treinta. ¿Llegaremos a saber tanto sobre lo que pasó en la Unión Soviética?

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-También nosotros, en Rusia, hemos recibido muchísima información. Tanta que aún no la hemos digerido toda. Mis libros no son una excepción. Hay una sociedad memorial que está haciendo un gran trabajo; ahora mismo acaba de publicar un cederrón que reúne materiales de todo tipo sobre 2,6 millones de represaliados durante el estalinismo. Me siento orgulloso de haber participado en esa base de datos con mis investigaciones. La sociedad rusa ni siquiera tiene conciencia de lo que representan todos esos trabajos, que deben continuar y que exigirán la dedicación de mucha gente durante mucho tiempo, porque no debemos olvidar que la represión se produjo durante un período de muchos más años que el que duró el nazismo en Alemania.

-¿Contribuyeron los escritores y periodistas de alguna manera a la caída del comunismo?

-Sí, contribuyeron en la misma medida en que lo habían hecho antes con su creación. Y fue una contribución sin duda importante. Son dos colectivos que parecen destinados a hacer que cambie el curso de los acontecimientos en una sociedad. Aunque no hay que olvidar que la palabra decisiva la tuvo el pueblo, que no se apiadó del régimen ni lo soportó más a partir de un momento concreto. Sólo lo dejó a un lado y siguió su camino.

-¿Por qué en otros países tras el telón de acero se han desarrollado democracias homologables a las de Europa occidental (República Checa, Eslovaquia, Hungría, etc.) y está resultando tan difícil en Rusia?

-Esos países ya pertenecían antes a Europa, con todas sus consecuencias. Rusia, en cambio, es Europa de día y Asia de noche. En ese cóctel que hoy es Rusia, existen muchas naciones, muchas razas, muchas personas de origen y tradiciones muy distintos. Es otra levadura, otra pasta histórica la que une a veces de forma problemática todo eso. Esos países del este de los que me habla tienen otra tradición, son mucho más racionales, ya estaban integrados en Europa en todos los sentidos antes de que existiera la Unión Soviética y por eso su transición hacia la democracia ha sido mucho más fácil.

-¿Debemos entender por tanto que no hay esperanza?

-Sí, sí, la hay, pero hará falta más tiempo. Mucho más tiempo. La Historia no se mide con la medida de una sola vida humana, aunque el hombre quiere que todo suceda en el transcurso de la suya.