En la imagen, el momento en el que las fuerzas policiales filipinas trasladaban a los periodistas tras ser detenidos. /EFE
intento golpista

Detenidos cerca de 50 periodistas que informaban sobre el motín militar en Filipinas

Filipinas impone el toque de queda desde la medianoche hasta las 5 horas tras el motín de los militares

MANILA Actualizado: Guardar
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Cerca de un centenar de periodistas han sido detenidos hoy cuando informaban sobre el motín militar organizado en un hotel de Manila, la capital filipina. El Gobierno ha justificado esta actuación explicando que quería asegurarse de que los militares golpistas - que fueron acusados por un juez de participar en un golpe de Estado fallido en 2003 y que han tomado hoy un hotel de lujo para luego rendirse- no huían escondiéndose entre los periodistas.

Los medios de comunicación han protestado, alegando que la libertad de expresión es un derecho garantizado por la Constitución en un país que se enorgullece de tener un sistema de medios vivo y libre. "Sólo estábamos haciendo nuestro trabajo, es nuestro derecho", ha afirmado el director del servicio de noticias ABS-CBN, que ha cubierto los hechos en directo.

El jefe de la Policía, Avelino Razón, ha señalado que los periodistas han sido detenidos por las fuerzas de seguridad al cumplir la orden de arrestar a todas cuantas personas se encontraran en el hotel Península para evitar que algunos de los soldados renegados escaparan haciéndose pasar por periodistas. "Los vamos a identificar y cuando terminemos, les pondremos en libertad", ha declarado a la prensa el director general de la Policía.

Razón ha explicado que algunos de los soldados del grupo amotinado y encabezado por el general Danilo Lin, y el senador y oficial del Ejército, Antonio Trillanes, han sorteado el cordón de seguridad tras mostrar falsos carnés de periodista.

En directo durante las 7 horas de motín

Cientos de reporteros se han apostado frente al Hotel Península, en el distrito financiero de Manila, poco después de enterarse de que un grupo de militares se dirigía hacia allí. Durante siete horas, se han emitido imágenes en directo de los hechos y entrevistas a los militares. También se ha mostrado como las tropas gubernamentales tomaban posiciones fuera del edificio, algo que ha desagradado al Ejecutivo.

Cuando las autoridades han pedido a los periodistas que se fuesen antes de que las fuerzas de seguridad entrasen en el hotel, la mayoría se han negado a hacerlo. "Suplicamos durante casi dos horas a nuestros amigos de los medios de comunicación que desalojasen el lugar", ha indicado el secretario del Interior, Ronaldo Puno, quien ha explicado que se quería sacar de allí a los periodistas "por su seguridad".

Toque de queda

Tras el asalto al hotel, el Gobierno filipino ha ordenado el toque de queda desde las 00.00 hora local (16.00 GMT) hasta las 05.00 (21.00 GMT) de mañana en Metro Manila y provincias circundantes. Puno ha precisado que la medida se aplicará en la capital y las provincias del centro y sur de la isla de Luzón.

El Gobierno ha puesto en estado de máxima alerta a la Policía y las Fuerzas Armadas a fin de impedir movimientos inusuales de tropas y ha ordenado reforzar la seguridad en torno al Palacio de Malacañang, la residencia oficial de la jefa del Estado.

Soldados fuertemente armados y miembros de la Policía han establecido controles en las principales carreteras del país para interceptar a posibles seguidores de los amotinados.