Adelina Entrena. / LA VOZ
ADELINA ENTRENA CARRILLO EX MAGISTRADA DEL TRIBUNAL DE LO PENAL DE MOTRIL

«Ya no volvería a administrar justicia porque no creo en ella»

Ya nunca más podrá volver a impartir justicia pero asegura que tampoco tendría fuerzas, porque ya no cree en ella. La jueza sobre la que más se ha escrito en los últimos meses, la ex magistrada del Juzgado Penal de Motril Adelina Entrena, está «hundida» tras conocer la decisión del Consejo General del Poder Judicial que considera desproporcionada y desmedida. Pero Entrena, que cree que ya la han juzgado y condenado antes de que pueda defenderse. La jueza estaba ayer tan hundida que no pudo ni articular palabra pero sí autorizó la publicación de esta charla mantenida con SUR unos días antes de conocerse la decisión final.

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-¿Cómo valora que el Consejo General del Poder Judicial haya propuesto su expulsión definitiva?

-Estoy muy desilusionada porque he visto que no hay corporativismo. No he recibido ni una sola llamada de un compañero para darme apoyo, ni de ningún colectivo. Nadie que me diga: Adelina, que estamos contigo porque cualquier juez de lo penal podrá verse de esta manera. No me parece mesurado pedir por esto la separación de un magistrado que lleva 17 años de ejercicio porque un delincuente habitual estuviese cumpliendo una condena, aunque no fuese por el trámite más ortodoxo.

-¿Seguiría ejerciendo si deciden no separarla de la profesión?

-No. Estoy muy decepcionada. Me planteo dejar la judicatura aunque no me expulsen. No tengo ni ganas ni valor de volver a ejercer, ni de ponerme una toga ni de administrar justicia porque ya no creo en la justicia.

-El CGPJ dice que incurrió en otras dos faltas graves por dejar a otro par de presos en la cárcel más tiempo del que les correspondía. ¿A qué se debió?

-Son circunstancias distintas a las de Campoy. Eran sentencias condenatorias que debían ser confirmadas por la Audiencia; esta tardó tanto en pronunciarse que superó al tiempo que estas personas debían estar presas. Tardó más que lo que duraron las penas.

-También se le acusa de supuestamente favorecer a su ex pareja retrasando un juicio por una denuncia que usted misma le interpuso.

-Tal trato de favor tan sólo consistió en que su juicio se celebró una semana después de la fecha señalada porque mi hija se encontraba indispuesta para acudir a la vista y así lo prescribió un médico.

-¿Se siente la víctima de esta historia?

-Sí. Me siento como en una caza de brujas. Alguien tiene la finalidad de expulsarme de la Administración de Justicia. Campoy es un mero instrumento. Sigue las instrucciones de su abogado. Le han prometido el oro y el moro, que van a hacerle famoso.

-¿Qué es lo que más le ha hecho sufrir?

-Que se dude de mi profesionalidad y de mi integridad. Que piensen que yo a conciencia haya podido dictar una resolución injusta o prevaricar en mi cargo.