Se clausura en Berlín la exposición al aire libre de Fernando Botero

Según los organizadores, desde su inauguración en septiembre pasado, más de 300.000 personas han visitado las obras instaladas en distintos puntos del centro de la ciudad. Entre las obras expuestas ante los monumentos más emblemáticos como la Puerta de Brandeburgo e el Altes Museum figuraban la Mujer Tumbada o Adán y Eva.

Precisamente, por encontrarse en inmediata vecindad de las joyas arquitectónicas de la ciudad, la exposición había desatado en la capital alemana una discusión sobre el uso del espacio público. Un caballo de más de cuatro metros de altura, creado por Botero especialmente para la exposición berlinesa, estuvo, por ejemplo, situado en la Berliner Platz, justo a la emblemática Puerta de Brandeburgo que se ha convertido en uno de los símbolos nacionales alemanes. Sin embargo, a los ciudadanos pareció importarle poco esta discusión académica y han sido muchos los que han aprovechado su paso junto a las monumentales esculturas para tocarlas y fotografiarse con ellas.

El propio Botero dijo sentirse feliz con este hecho. «No me importan que las toquen, al contrario, porque participan del placer que yo siento haciéndolas», afirmó al presentar la exposición a los medios de comunicación. Los organizadores se esfuerzan ahora por lograr que una de las figuras se quede para siempre en Berlín. El propio artista quisiera que fuera precisamente el equino que preside la Pariser Platz, el detonante de la discusión, el que se quedara de forma permanente.