ESPAÑA

La Policía carga contra una concentración de antifascistas en Madrid

Cerca de mil jóvenes antifascistas consiguieron manifestarse ayer tarde en Madrid, ignorando la prohibición de la Delegación del Gobierno, para homenajear a Carlos Palomino, el joven de 16 años que fue asesinado hace dos semanas, y al que se le dedicó una placa junto al metro de Legazpi. La policía llegó a cargar contra los manifestantes hasta disolverlos.

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Los manifestantes, muchos de ellos grabando lo que ocurría con cámaras de vídeo y de fotos, corearon en todo momento consignas en recuerdo del asesinado - «Carlos, hermano, nosotros no olvidamos»- y en contra de la prohibición de manifestarse - «No es un delito ser antifascista, Lo llaman democracia, pero no lo es»-.

Los jóvenes manifestantes, menores de treinta años y radicales de izquierda en su mayoría, se empezaron a dispersar sobre las 19.30 tras la carga policial sin que se produjeran heridos ni detenidos, según informó la portavoz de Emergencias Madrid, Beatriz Martín.

La convocatoria de esta manifestación, convocada por la Coordinadora Antifascista de Madrid y las asociaciones de vecinos y colectivos de Latina y Carabanchel, y apoyada por el Partido Comunista de España, pero prohibida por la Delegación del Gobierno, comenzó pasadas las cinco de la tarde en los alrededores de la estación de Atocha.

Corte de tráfico

Una treintena de furgones policiales seguían a los centenares de manifestantes desde la Glorieta de Carlos V hasta la glorieta de Embajadores, impidiendo que el tráfico fuera cortado, aunque no pudieron evitarlo en algunas ocasiones.

Entre las calles de Embajadores y Miguel Servet, una hora después de que se iniciase la marcha, algunos manifestantes quemaron un contenedor de basura y arrojaron botellas y piedras hacia la policía en protesta contra los impedimentos para manifestarse.

Los antidisturbios respondieron con una carga y los jóvenes se dispersaron por las calles adyacentes hasta reaparecer minutos después en la plaza Beata María Ana de Jesús, desde donde bajaron hasta la boca de metro de Legazpi.

Junto a ella, en la fachada del número 132 del Paseo de las Delicias, se colocó una placa de granito en la que se podía leer: «Aquí fue asesinado Carlos Javier Palomino, el 11 de noviembre de 2007, a la edad de 16 años, luchando contra el fascismo y el racismo. Carlos, hermano, nosotros no olvidamos.