JEREZANO. José María Castaño es aficionado al flamenco desde la infancia. / J. C. CORCHADO
JOSÉ MARÍA CASTAÑO ESPECIALISTA EN FLAMENCO

«Algo tendrá este arte nacido en Jerez que cautiva al mundo entero»

El crítico de flamenco de LA VOZ asegura que en la riqueza del cante jerezano han tenido que ver «la existencia de dos barrios flamencos y de las familias cantaoras»

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Un programa de radio, clases universitarias, colaboraciones de crítica flamenca... José María Castaño emplea tan bien las 24 horas del día que tiene tiempo para publicar De Jerez y sus cantes (Almuzara), 500 páginas del historia del flamenco jerezano que le han costado cinco años de trabajo y que aglutinan lo más granado de este arte universal.

-Acaba de publicar un libro de 500 páginas sobre flamenco, De Jerez y sus cantes (Almuzara).

-Es un ensayo histórico sobre el hecho del flamenco en Jerez. Comienza en las primeras noticias históricas hasta nuestros días. Tiene cierta vocacion didáctica y también acostumbro a incluir un contexto para explicar las claves históricas que dieron lugar a que en un sitio como Jerez aparecieran tantos y tan importantes intérpretes del flamenco. Es como ver el cuadro a la distancia adecuada. He utilizado el símil del vino porque el proceso de soleraje de nuestros caldos es bastante similar al proceso de nacimiento de los cantaores, porque unos a otros se han ido repartiendo la antorcha de la tradición. Por tanto, no podemos tener una cosecha del año 2003 sino todo un proceso. El cantaor de ahora ha heredado posturas vitales asociadas al cante que han hecho de Jerez una cuna indiscutible.

-¿Qué le ha sorprendido de su propio libro?

-El redescubrir la impresionante riqueza que Jerez ha ofrecido al mundo con sus cantaores porque, aunque uno tiene una dimensión aproximada, cuando te metes al fondo del asunto te das cuenta de que es difícil encontrar otra ciudad que haya ofrecido tantos y tan buenos artistas de un determinado arte. Ésa es una de las grandes sorpresas. De lo que estoy más orgulloso es de que por vez primera, en un tratado de estas características, se ha incluido una guía sonora. Hay una vocación de futuro del libro de que esa información se pueda ofrecer en otra edición en formato de audio.

-El libro aborda hasta nuestros días.

-Está diferenciado en dos partes. La segunda, sobre lo contemporáneo, ha sido más complicada y más útil. Era un terreno baldío sobre el que no se había escrito: la historia de La Paquera, de Terremoto... de contemporáneos que nos parecen modernos pero son clásicos ya, como Juan Moneo El Torta, Luis de la Pica o Capullo de Jerez. Aquí sí he aprovechado los quince años de radio porque si tenía las entrevistas radiofónicas, ¿para qué iba yo a contar su historia si la puede contar él mismo?

-Los caminos del cante acaban de cumplir quince años en antena.

-En diciembre vamos a hacer un programa especial porque son quince años de un programa de radio diario. Hace cinco años fuimos seleccionados para la parrilla de programación de Ema Satélite por lo que casi un centenar de estaciones de radio emiten el programa todas las noches. En 2002 fue nominado por ser uno de los programas de mayor difusión cultural de Andalucía. También se ha ido adaptando a las nuevas tecnologías con una página web que recibe visitas de cuarenta países.

-¿Cuál ha sido el secreto?

-La ilusión y el amor por ese arte. Una ilusión que se ha mantenido intacta e incluso que ha ido creciendo. Eso es lo bonito de un profesional, que después de tantos años se establece una comunicación especial con los que escuchan. He vivido anécdotas muy bonitas que reseñar. Lo primero es la fidelidad de los amigos que componen la tertulia flamenca, que llevan quince años conmigo: Alfredo Benítez, Diego Alba, Manuel Martín Barbadillo, Pepe Zarzuela y El Platero. Niños que ahora son jóvenes me dicen que se han aficionado al cante gracias al programa y también tengo oyentes muy especiales, por ejemplo, un invidente que me llamó por teléfono y me dijo que las nueve de la noche era su momento más esperado del día. También hay un chico, muy fiel oyente del programa, que se encuentra privado de libertad en Huelva II, y que me escribe continuamente cartas desde la celda. Un día me comentó que de alguna manera, durante esa hora, era libre. Es descendiente de Manuel Torre y uno de sus deseos cuando alcance la libertad es ir al programa de radio. Esto te anima y hace amar un medio que es muy mágico. La radio crea un vínculo de amistad profundo.

-¿También habrá fatiguitas que recordar?

-Las lógicas de mantener un programa diario de una hora en antena: hace falta mucho material, mucha imaginación, ...

-¿En qué consistirá ese programa especial?

-Será de dos horas y estará dedicado al 40 aniversario del famoso disco Canta Jerez. Voy a tener el inmenso regalo ese día de estar rodeado de oyentes, amigos, artistas y un puñado de compañeros flamencos de los medios de toda España: de RNE, de El País, de El Mundo, de Canal Sur, de ABC...

-Además de ser coordinador del Aula de Estudios Flamencos de la UCA, es crítico especializado. ¿Cómo llega un abogado a la crítica flamenca?

-Soy aficionado al flamenco desde niño. Mi padre y mi abuelo, más que amor a Jerez, han tenido pasión y lo que siempre se ha escuchado en mi casa es flamenco. Mi afición creció hasta prácticamente equipararse a la profesión.

-¿Tienen algo en común el flamenco y el Derecho?

-Dejémoslo en que lo mejor es cantar por derecho.

-¿Qué es lo mejor y lo peor de ser crítico flamenco en Jerez?

-Lo más bonito es que de algún modo eres portador y portavoz de una cultura, la de tu tierra, que ahora mismo sorprende al mundo entero. Lo malo, el tener que tomar algunas decisiones o hacer comentarios que no son favorables a algún artista y se han enfadado.

-¿Cree que hay suficiente periodistas y críticos especializados en flamenco?

-No hay muchos. Es una profesión que está muy mal pagada. Hay que tener además una formación flamenca bastante sólida y el problema muchas veces de la prensa es que tiene demanda de flamenco pero están ahí personas sin los conocimientos suficientes.

-Tras cinco años trabajando en De Jerez y sus cantes, ¿hay nuevos proyectos a la vista?

-Como me he quedado un poco saturado de flamenco, estoy intentando hacer mis pinitos en literatura, pero por intentarlo. Creo que no tengo suficiente nivel para ello.

-¿Cree que en Jerez reconocemos lo que tenemos?

-Sí. Es claro y palmario que Jerez es una cuna destacada de intérpretes, aunque no es la única. Ha tenido mucho que ver la preexistencia de dos barrios flamencos en plena ebullición y las familias cantaoras de Jerez, que no han parado de nutrir con nombres la historia del cante jerezano. Jerez tiene mucho de saga en todos los sentidos, en lo bodeguero, en los doradores... y también en los flamencos.

-¿Qué voces jóvenes tienen futuro?

-Prefiero no decir nombres pero es verdad que las hay. En la coda final del libro doy un mensaje de buena esperanza porque hay muchos aficionados al flamenco que llevan años y años diciendo que esto se acaba, pero creo que hay una cantera jerezana que está ahí y tenemos que disfrutar de lo que hay porque no es escaso.

-¿Y de afición también?

-El flamenco tiene el reto de mantener su raíz tan pretérita en los tiempos que nos asisten de las prisas globales. Ahí es donde está intentando sobrevivir. Tenemos una cultura que quizás históricamente no se le prestó mucha atención, se vio como de segunda división, pero ahora mismo está rivalizando con todas las grandes músicas del mundo en presencia, en teatros, en todo. El flamenco está en los cinco continentes y la prueba es que Paco de Lucía agota las entradas en cualquier lugar del mundo. Algo tendrá este arte nacido en nuestras calles que ha logrado cautivar la atención del mundo entero.