Artículos

Desaparecida

Es muy buena noticia que Desaparecida haya batido récord de audiencia esta semana porque el éxito de esta serie desmiente la presunción de que sólo la porquería goza del respaldo del público. Desaparecida es un producto cabal, bien hecho, que cuenta una historia importante y que ha sido confeccionado tomando en serio al espectador. No sé si esa recomendación para mayores de siete años que le pone TVE es adecuada, pero en todo caso, eso no altera el juicio que merece la producción en sí. La producción es de Ganga, la casa de Cuéntame; es decir que es material español.

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Es otro dato importante: después del excelente nivel alcanzado en los noventa, la producción española había empezado a decaer por centrarse en el género costumbrista. Pero ahora tenemos un buen paquete de producciones que presentan un nivel de calidad muy estimable y, además, se atreven a salir del vecindongueo y esa otra variante de lo mismo que es la telecomedia joven-y-urbana. Desaparecida es un ejemplo eminente de esta tendencia de superación de corsés y de clisés. Basta pensar en lo que se habría dicho si la serie de Ganga hubiera fracasado: que si al público español no le gustan los relatos serios, que si la industria española sólo sabe hacer chistes, que si en la tele sólo funciona la bazofia...

En cuanto a las características propias de Desaparecida, hay un par de cosas que verdaderamente llaman la atención. La primera roza el rango de lo milagroso: Miguel Ángel Solá ha convencido al público de que es posible un jefe de policía español con acento argentino. Si la elección de este actor para encarnar al protagonista policial de la serie sorprendió al principio -a mí me dejó patidifuso-, la marcha posterior del relato la ha justificado plenamente: hace falta una maestría notable para componer un personaje que sea simultáneamente duro (como policía), tierno (con las víctimas) y picarón (con la compañera de trabajo). El otro rasgo que me llama la atención: el estilo minimalista de los decorados, que parece pensado para que la atención se concentre en los actores. Estas son sólo dos en una larga lista de virtudes. Verdaderamente es una buena serie.