El crecimiento se ralentiza dos décimas hasta el 3,8% en el tercer trimestre
La economía española se frena, aunque no de manera brusca. El Producto Interior Bruto (PIB) creció a un ritmo anual del 3,8% en el tercer trimestre de este año, dos décimas menos que en el segundo. El INE adelantó las cifras sin aportar detalles, lo que hará el próximo día 21, y sólo se permitió apuntar que la atenuación del ritmo de avance responde a una desaceleración de la demanda nacional -consumo e inversión-, parcialmente compensada por una aportación menos negativa del sector exterior. El dato ha permitido respirar con cierto alivio. El vicepresidente segundo, Pedro Solbes, dijo que el avance de la economía española sigue siendo notable.
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En su opinión, resulta lógico que a medio plazo el crecimiento de la actividad se sitúe en zona próxima a su potencial, es decir, que el aumento del PIB se mueve en una horquilla que va del 3,5% al 3% anual. El Banco de España había apostado por una tasa algo inferior en el tercer trimestre, al estimarla en un 3,7% interanual.
En la actual trayectoria económica, una décima arriba o abajo tiene su importancia. Explicaba el presidente del Instituto de Crédito Oficial, Aurelio Martínez, la pasada semana, que la economía tiene su inercia y si se parte del 3,8% en el tercer trimestre, la expansión para el próximo año podría estar en torno al 3% en media, de no mediar una catástrofe imprevisible.
Según sus tesis, no parece probable una fuerte desaceleración del consumo de los hogares cuando el avance de la población sigue imparable. Y si los tipos de interés se frenan, como está sucediendo ahora, tampoco la inversión experimentará un desplome.
