El representante de la ONU, Ibrahim Gambari, y la líder opositora Su Kyi, tras la reunión en casa de la birmana./ AP
tras la visita de la onu

La Junta Militar birmana autoriza a la líder de la oposición a reunirse con su partido y ésta les ofrece cooperación

El Gobierno birmano autoriza que la opositora se reúna mañana con su partido después de tres años de arresto domiciliario

BANGKOK Actualizado: Guardar
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La líder opositora birmana y premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi ha declarado estar lista para cooperar con la Junta Militar, según un comunicado difundido por el enviado especial de Naciones Unidas a Birmania, Ibrahim Gambari. "En interés de la nación estoy lista para cooperar con el Gobierno con el fin de hacer de este proceso de diálogo un éxito", afirma Suu Kyi en el documento difundido por Gambari, que se ha reunido con la líder opositora en su casa, donde permanece bajo arresto domiciliario.

Poco antes, la Junta Militar ha anunciado que permitirá a la líder opositora birmana y premio Nobel de la Paz reunirse mañana, viernes, con otros dirigentes de su partido por primera vez en más de tres años, el tiempo que lleva bajo arresto domiciliario, según ha informado la radio estatal.

La líder opositora ha estado detenida desde mayo de 2003 y no se ha visto con miembros ejecutivos de la Liga Nacional por la Democracia desde mayo de 2004. Suu Kyi ha pasado doce de los últimos 18 años bajo la custodia del régimen.

La reunión será mañana

Ese encuentro que en principio tendrá lugar mañana viernes, fue uno de los asuntos que el enviado especial de Naciones Unidas, Ibrahim Gambari, ha abordado con Suu Kyi y con miembros del partido que encabeza, la Liga Nacional por la Democracia (LND), durante la última jornada de su visita oficial a Birmania (Myanmar).

Según el portavoz de la LND, Nyan Win, antes de ver a Suu Kyi en Rangún, Gambari se reunió en Napydaw, la capital administrativa y fortaleza de la Junta Militar, con el presidente del partido, Aung Shwe, y dos miembros del comité ejecutivo, U Lwin y Nyunt Mai.

Antes de que la Junta Militar anunciara que permitía un encuentro entre Suu Kyi y miembros de su formación, la ONU indicó que se había progresado durante las gestiones realizadas por su representante para promover un diálogo entre la Junta Militar y la oposición.

"Ahora tenemos un proceso que nos llevará hacia un diálogo sustancioso", destacó la ONU en un comunicado emitido al término de la visita oficial de seis días llevada a cabo por Gambari para mantener conversaciones con los militares y representantes de la oposición.

Protestas contra Gambari

La fase final de la ronda de contactos mantenidos por Gambari, que llegó el pasado sábado a Birmania , tuvo lugar mientras en diversas ciudades del país varios grupos antigubernamentales intentaron promover nuevas protestas mediante la distribución de panfletos.

A pesar del progreso anunciado por la ONU, Gambari ha fracasado en su intento de reunirse con el jefe de la Junta Militar, general Than Shwe, y ha recibido además una respuesta negativa a la propuesta de mantener un encuentro tripartito con Suu Kyi y el ministro de Trabajo, Aung Kyi, designado hace un mes "enlace" oficial entre la líder de la oposición y el régimen.

La propuesta de Gambari fue calificada de "prematura" por la Junta Militar, mientras que por su parte la prensa estatal birmana arremetió contra la ONU, a la que acusó de interferir en los asuntos internos y de servir a los intereses de Estados Unidos.

El diplomático nigeriano se entrevistó también durante su visita con varios ministros del Gobierno militar, miembros de grupos étnicos y representantes del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). Este organismo internacional ha pedido a la Junta Militar acceso a las personas arrestadas a partir del pasado 26 de septiembre, cuando los soldados comenzaron el aplastamiento de las manifestaciones pacíficas que desafiaban a la dictadura.

Desde entonces, las autoridades sostienen que murieron diez personas y casi 3.000 fueron detenidas, de las que afirman haber puesto en libertad a la gran mayoría. En cambio la disidencia calcula que en unos 200 los muertos y en más de 6.000 los detenidos.

Birmania (Myanmar) está gobernada por los militares desde 1962 y no celebra elecciones parlamentarias desde 1990, cuando el partido oficial perdió de forma abrumadora ante la formación opositora de Suu Kyi. Los resultados de aquellos comicios nunca han sido aceptados por los generales.