CONGRESO. Zapatero, en su comparecencia de ayer. / EFE
ESPAÑA

Zapatero deja sin fecha la llegada del AVE a Barcelona y la reanudación del cercanías

Pide de nuevo disculpas a los afectados, mientras la oposición reclama al unísono la dimisión de la ministra de Fomento

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, asumió ayer como propia toda la responsabilidad del caos que vive el tráfico ferroviario en Barcelona y pidió de nuevo disculpas.

El jefe del Ejecutivo, que comparecía en el Congreso de los Diputados a petición propia aunque después de que lo exigiera toda la oposición, renunció a poner fecha a la reanudación del servicio de cercanías y a la llegada del AVE a la ciudad condal, algo que no consideró de especial relevancia. Y alabó la actitud de los ciudadanos, que sufren desde hace tiempo «graves incidentes». Todos los grupos parlamentarios, salvo el del PSOE, criticaron la actitud de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, cuya dimisión o cese reclamaron de forma unánime.

Rodríguez Zapatero repitió las disculpas presentadas en los últimos días a los miles de ciudadanos barceloneses afectados por el desbarajuste de cercanías, y subrayó que la «seguridad es la única prioridad del Gobierno».

Aseguró que Cataluña sufrió en los años del Gobierno del PP un grave déficit en inversiones en infraestructuras, cuyas consecuencias se ven ahora, en unos problemas que su gabinete se ha empeñado en resolver.

El jefe del Ejecutivo acusó a los populares de «inaugurar siete veces» muchas infraestructuras que no existían y de no dar la cara en su día ante los problemas de la línea de alta velocidad.

Repasó la complejidad de las obras, a las que achacó gran parte de los actuales problemas, pero dejó sin respuesta la pregunta que muchos se hacían, la de la fecha de la llegada definitiva del AVE a Barcelona. El presidente del Gobierno prefirió esta vez no pillarse los dedos, a la vista de los problemas de la infraestructura, y aún a costa de las consecuencias electorales que pueda tener en las próximas elecciones generales desestimó plantear «promesas desnudas de fechas más o menos irrelevantes».

La alta velocidad llegará a la estación de Sants, afirmó, sólo cuando esté garantizada la seguridad, se hayan solucionado los problemas de mantenimiento y se haya reestablecido el servicio de cercanías. En definitiva, el 21 de diciembre anunciado en su día por el propio Zapatero para el magno evento queda aplazado sine die.

Rodríguez Zapatero anunció que se mantendrán las fuertes inversiones en cercanías, aunque reconoció que «serán necesarios un par de años para que este servicio funcione ejemplarmente». El presidente del Gobierno, que se deshizo en alabanzas a los ciudadanos por su comprensión, se comprometió personalmente a ofrecer «más información» a las administraciones catalanas, en especial a los ayuntamientos afectados por las obras.

Calvario sin respuesta

El líder del PP, Mariano Rajoy, criticó la falta de «gestos concretos» ante «el calvario que viven los barceloneses». Explicó que, en política, la asunción de responsabilidades pasa indefectiblemente por el cese de la ministra Álvarez. Para Rajoy, el jefe del Ejecutivo «no asume nada con su gesto hueco».

A su juicio, las previsiones manejadas por el Gobierno «suponen una política de seguridad cero y sólo responden a razones electoralistas». Desde el PSOE, la catalana Teresa Cunillera recordó que el trazado del AVE se acordó en 2002 por todos los grupos parlamentarios y achacó al PP una falta absoluta de inversiones para el tren de alta velocidad. Por parte de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida reclamó también el cese de Magdalena Álvarez, a la que acusó de «no escuchar a nadie» y de pensar sólo «en las fotos de las inauguraciones». En la misma línea, el resto de grupos recordaron los problemas que en su vida diaria sufren 100.000 ciudadanos y acusaron al Gobierno de haber actuado «con demasiadas prisas».

Durante la comparecencia, la propia ministra, lejos de arrugarse, respondió con numerosos gestos de desaire a los diputados que la criticaban.

Desde IU-ICV Joan Herrera, pidió también la cabeza de Magdalena Álvarez y exigió compensaciones económicas para los afectados. José Ramón Beloki, del PNV, y Francisco Rodríguez, del BNG, se sumaron a las críticas y reclamaron una profunda reflexión sobre el modo de llevar a cabo las grandes infraestructuras.