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La Guardia Civil también imputa al coordinador de seguridad de la obra donde ocurrió el accidente mortal

La Guardia Civil ha imputado a la quinta persona relacionada con la obra donde perdió la vida el pasado martes el obrero de 53 años José Gómez Marchante. La víctima cayó desde una altura de unos ocho metros mientras trabajaba en una promoción de seis viviendas pareadas, que la constructora Amado Caro está levantando en la carretera Molino Viejo. Después de ocurrir el siniestro laboral, la Inspección de Trabajo realizó una revisión de las instalaciones y confirmó que había graves deficiencias en cuanto a las medidas de seguridad colectiva, por lo que ordenó la paralización y precinto de gran parte de la obra, según confirmaba LA VOZ en su edición del pasado jueves.

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El quinto imputado es Rafael C. C., de 40 años y que tiene la función encomendada de coordinar la seguridad. Está contratado por la promotora de las viviendas Construcciones Molino Viejo 2006, aunque pertenece a la empresa Bureau Veritas. El Instituto Armado le imputa un delito contra el derecho de los trabajadores, al igual que a los otros cuatro implicados, que finalmente son acusados por la Guardia Civil de este único delito. Ahora bien, será el juez instructor, tras tomarle declaración a todos ellos, el que determine qué cargos y en qué situación legal se quedan mientras se resuelve el procedimiento penal abierto.

Los otros cuatro imputados que ya avanzaba este periódico hace dos días son: los dos socios de la empresa de estructuras -Estructuras Sánchez y Aragón S. L.- que tenía contratado al obrero fallecido, José S. R., de 57 años, y Rafael A. G., de 54; el encargado de la constructora, Sebastián A. A., de 35 años; y José F. C. D. V., de 50 y que ejerce de responsable de seguridad de encofrados en la empresa de estructuras antes citada.

Nada más ocurrir el accidente, los compañeros del finado eran muy reticentes a la hora de describir en qué condiciones se produjo el siniestro. Es más, hubo quien aseguró que el accidente había sido un hecho fortuito. Pero la propia Inspección de Trabajo comprobó que en el centro de trabajo había deficiencias que suponían un riesgo inminente para los obreros, por lo que ordenó la paralización de buena parte de la promoción. Las circunstancias en las que perdió la vida José Gómez también están siendo investigadas por el equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil.