El congoleño Miwa Buene Monake, víctima de una agresión racista que hace ocho meses le produjo una tetraplejia irreversible, durante la rueda de prensa que ha ofrecido en el Centro de Lesionados Medulares de Vallecas, en Madrid. /EFE
APALEADO HACE OCHO MESES

Un congoleño tetrapléjico por una paliza racista denuncia que su agresor sigue libre

El agresor, identificado por los testigos, únicamente tiene que presentarse dos veces al mes en los juzgados

MADRID Actualizado: Guardar
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El congoleño Miwa Buene Monake trabajaba hasta hace ocho meses como intérprete. Una paliza de tintes racistas le dejó entonces en una silla de ruedas. Hoy, a raíz de la expectación mediática que ha generado la agresión a una joven ecuatoriana en un tren de Barcelona, captada por las cámaras de seguridad, ha denunciado que su agersor sigue libre sin fianza y que tan sólo tiene que presentarse dos veces al mes en los juzgados.

La víctima ha denunciado que han pasado ocho meses desde que fue brutalmente agredido en plena calle y que su agresor, Roberto Alonso de Varga, está el libertad sin fianza mientras que él ha quedado tetrapléjico de por vida.

Miwa Buene, un economista congoleño que trabajaba como intérprete en la Asociación Católica de Migraciones, vivía en Alcalá de Henares (Madrid) y llevaba una vida normal hasta que el 10 de febrero fue atacado por la espalda por un joven de estética nazi que le propinó un fuerte golpe en la nuca que le provocó una lesión medular que le ha dejado tetrapléjico.

Libertad sin fianza para el agresor

En una rueda de prensa para denunciar su situación, Miwa ha explicado que su agresor le increpó: "Arriba España" y "eh, tú, mono, tu sitio no está aquí, tu sitio está en el zoo". Ha explicado que "no quería discutir porque a la derecha había varias personas y me di cuenta de que eran de su grupo porque le decían, ¡campeón déjale!, pero al cambiar de acera recibí un golpe muy fuerte y no me di cuenta de nada más hasta que me desperté en el hospital Príncipe de Asturias", donde estuvo 17 días en coma.

"Siete meses después, el fiscal ni siquiera estaba enterado de los hechos" y "yo sólo pienso que el mismo agresor me puede hacer daño una segunda vez y que ha paralizado mi vida", ha lamentado. Mirelle Nyenewile, su mujer, se pregunta si la Justicia hubiera actuado igual si las cosas hubieran sucedido al contrario y si su marido hubiera atacado a un blanco en plena calle.

"Pido prisión para este chico porque mi marido sólo mueve el cuello y la cabeza. Esa es la lotería grande que me ha tocado en España. Mi vida ya no tiene sentido de nada y un chico con antecedentes anda por la calle y hace su vida", dice Mirelle.

La Fiscalía no ha presentado acusaciones

El presidente de Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, ha explicado que la Delegación del Gobierno en Madrid facilitará la reagrupación familiar de Miwa y traerá a sus dos hijos y a su hermana, en unas dos o tres semanas, gracias además a que Air France pagará los billetes de avión. Además, según Ibarra, el consejero de Inmigración de la Comunidad de Madrid se ha comprometido a intentar que el IVIMA cambie a Miwa su domicilio por otro adecuado a las necesidades de un tetrapléjico.

Movimiento contra la Intolerancia se ha personado además como acusación popular y ahora mismo, "ocho meses después, aún estamos a la espera de que el fiscal presente una acusación".

El agresor, Roberto Alonso de Varga, "que ha sido perfectamente identificado por los testigos, sólo tiene que ir dos veces al mes al Juzgado número 4 de Alcalá para firmar" pero "nosotros exigimos su ingreso en prisión como medida cautelar".

Esteban Ibarra ha señalado que las agresiones como la de Miwa o la que fue grabada por las cámaras de Ferrocarriles de Barcelona hace unos días "no son episodios aislados", sino que "se producen de manera reiterada". Las autoridades "debían tomarse en serio esta situación porque es grave. Sólo en Internet hay grabadas una cantidad de agresiones escandalosa y nadie actúa de oficio", según Ibarra.

A su juicio, hace falta una respuesta institucional, la creación de una fiscalía especializada, una acción vigorosa de la justicia, protección para las víctimas, una legislación contra el racismo, mayor implicación de los atestados policiales, una mejor actuación fiscal ante estos hechos y un sistema informático que permita ordenar estos delitos para identificar rápidamente al agresor.

Movimiento contra la Intolerancia mantiene habilitado el teléfono 902 180 995 para que las víctimas denuncien las agresiones "aunque no tengan papeles".