Jerez

El presidente de Ebro también vaticina el cierre de dos fábricas en Andalucía

Advierte de que con la OCM sólo sobrevivirá una azucarera, y será la de El Portal Hernández garantizó que esta medida no tendrá mucho impacto sobre el empleo

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La mala noticia para la industria azucarera andaluza de la que ya había alertado el comité intercentros de la empresa Ebro Puleva, como adelantó el martes a LA VOZ su presidente, Félix González (CC OO), la confirmaron ayer las palabras del propio presidente de la multinacional, Antonio Hernández Callejas, cuando apuntó que es más que probable que el impacto de la reforma de la OCM del azúcar obligue a cerrar dos de las tres fábricas que existen en Andalucía.

De esta forma, Hernández dejó claro que los peores augurios que se ciernen sobre el futuro de las azucareras de Guadalcacín y San José de la Rinconada -la inversión anunciada para la de El Portal la convierte en la única con posibilidades de sobrevivir- son ciertos, tanto que no ocultó que la OCM podría obligar a la compañía a cerrar tres fábricas, las dos de Andalucía y una en Castilla y León, si bien precisó que éste sería «el peor escenario» y que la empresa tiene capacidad para garantizar que esto no tenga mucho impacto sobre el empleo.

Hernández Callejas explicó que la reforma de Bruselas, que aspira a reducir al 50% la producción azucarera de España, cuenta con importantes incentivos para que los agricultores abandonen, por lo que no llevarán a procesar sus cultivos a las fábricas.

El presidente explicó que la reestructuración europea del azúcar aún no ha concluido y que sus efectos en España no dependen exclusivamente de la voluntad de la compañía, sino que los agricultores «tienen la última palabra», y recordó que la UE incentiva el abandono del cultivo.

Según sus cálculos, la reforma azucarera tendrá menos incidencia en la zona Norte y más en el Sur, donde los agricultores podrán optar por abandonar la remolacha y dedicarse a otras producciones alternativas, como los cereales, que podrían resultar más atractivos que antes por el desarrollo de la industria de los biocombustibles y el actual nivel de precios de la materia prima.

La estrategia de la empresa es adaptarse al deseo de la UE, de las comunidades y de los agricultores para afrontar la reducción de la producción de azúcar, al tiempo que avanza en la diversificación de negocios, como los biocombustibles, explicó.