PREMIADOS. Juan José Millás (izquierda) posa junto a José Manuel Lara, Boris Izaguirre y César Antonio Molina. / EFE
Cultura

Millás se alza con el 56º Premio Planeta por 'El Mundo', una novela sobre la infancia y la adolescencia

El presentador y 'showman' venezolano Boris Izaguirre queda como finalista rompiendo la tradicional tendencia a repartir los premios entre un hombre y una mujer

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El nombre de Tiresias, el adivino ciego de la ciudad de Tebas, sirvió de máscara a la gran firma de la buena literatura actual en la velada que ayer terminó dando el Premio Planeta a Juan José Millás. Hasta el final de la noche se mantuvo el misterio de quién se llevaría finalmente los 601.000 euros del galardón mejor dotado de las letras españolas. Continuando con el empeño por recuperar el prestigio perdido en otras ediciones, el galardón enseña del más importante grupo editorial en España fue a parar a las manos de un autor leído y admirado y que sedujo al jurado con la sencilla historia de la infancia y adolescencia de un niño que se traslada con su familia a Madrid desde una ciudad de provincias. A ciegas era el título falso que aguardaba tras El Mundo, la novela que vuelve a situar a una autoridad literaria como cara visible del Planeta. «Es la historia del sufrimiento de un adolescente que sufre como yo, que sueña con salir de una calle y, cuando lo consigue, ésta se le aparece en todos lados como una metáfora del mundo», dijo.

A su lado, nombrado en todos los corrillos durante los días premios, el conocido presentador venezolano Boris Izaguirre se iba a casa con los 150.250 del finalista con Villa Diamante, un texto sobre la tumultuosa relación de dos hermanas bajo el falso título de Gio y las palmeras y el seudónimo de Julia Brideshead Ponti. Con las últimas décadas de la historia de Caracas al fondo, Izaguirre cuenta la historia de dos hermanas, «una agraciada y otra no, aunque yo no sea ninguna de ellas» tal y como bromeó el presentador a la hora de presentar una novela sobre el amor y el cine, algo le permite recordar «a una persona que me hizo amar también esta ciudad: Terenci Moix».

Nacido en Valencia en 1946 y criado en Madrid en el corazón de una familia de origen humilde, Millás estudió y dejó incompleta la carrera de Filosofía y Letras en Madrid donde trabajó como marionetista, profesor, interino de la Caja Postal de Ahorros y en el gabinete de prensa de Iberia. Centrado en un primer momento en la poesía y más en la narrativa, alcanzó la notoriedad literaria con la novela juvenil Papel mojado (1983). Referente indiscutible de la actualidad de las letras en España, comenzó su carrera periodística en el diario El Sol y más tarde en El País, periódico en el lleva diez años y para el que firma, los viernes.

Colaborador habitual de La Ventana, Millás ha creado, incluso, un personalísimo género literario, el articuento, en el que una historia cotidiana se transforma por obra de la fantasía en un punto de vista para mirar la realidad de forma crítica. Galardonado en 2005 con el Premio de Periodismo Francisco Cerecedo es uno de los autores más vendidos de las literatura actual española con obras traducidas a quince idiomas. Ha escrito 19 novelas y un testimonio literario en Hay algo que no es como me dicen: El caso de Nevenka Fernández contra la realidad en 2003. Entre sus obras de ficción destacan El desorden de tu nombre (1986), La soledad era esto -Premio Nadal1990-, Dos mujeres en Praga (Premio Primavera 2002) y Laura y Julio (2006). Casado con una psicoanalista, sus novelas combinan el frío paisaje urbano con un universo de fuerzas y casualidades de tintes semifantásticos.

Mediático como pocos, el caso del finalista para Boris Izaguirre ha venido a romper la habitual práctica del galardón que se repartía al cincuenta por ciento entre hombres y mujeres. Izaguirre confirmaba las quinielas llevándose un finalista que dos años antes ya había ganado su buen amigo Jaime Bayly. Tiene una incipiente carrera literaria entre las que se cuentan tres novelas -El vuelo de las palomas (1991), Azul petróleo (1998) y 1965 (2002)- y dos ensayos (Morir de glamour, 2000) y Verdades alteradas (2001)-.

Catapultado a la fama de la mano del programa Crónicas Marcianas de Javier Sardá en Tele 5, fue copresentador del espacio hasta 2005, cuando comenzó una carrera en solitario en la que hubo aventuras más o menos afortunadas como el desastroso El Anfitrión para la misma cadena o su actual éxito junto a Ana García Sinériz con Channel nº4 para Cuatro.