La ley de la superactividad

Es Juan Manuel Rubio Gutiérrez, aunque todos le llaman Juanma. Juanma o la capacidad de llevar dos -tres vidas quizá- reunidas en veinticuatro horas. Por las mañanas lleva sus asuntos en el pequeño bufete que ya mantiene a pesar de tener tan sólo 28 años. Cuando llega la noche, aparca la toga a un lado, se acerca a casa a comer algo y coge camino de la piscina cubierta. Allí le esperan sus compañeros del Club Natación Jerez. Es día de entrenamiento y hay que aprovechar las horas que quedan del día para no perder la forma física. Allí comienza un auténtico calvario -reconocido tan sólo a todos aquellos que reconocen como único deporte el dominó y las partidas de cartas- de trabajo dentro y fuera del agua hasta que dan las doce de la noche. Es hora de descansar. Un silbato final anuncia que ya está bien por hoy, y todos regresan a casa. «Tampoco quedan ganas para otra cosa que no sea dormir», comenta Juan Manuel.

Para nuestro protagonista, este ritmo de vida no le aporta ningún estrés. «Acabas acostumbrándote a llevar varios asuntos. Lo verdaderamente importante es que hago lo que me gusta. Primero mi profesión como abogado, llevando mil cosas dentro del ámbito jurídico de una asesoría laboral. Después el deporte. Una disciplina deportiva que me gusta. Sé que es un deporte duro, de mucho contacto y de mucho fondo físico, pero también el waterpolo me ha dado muchas cosas bonitas en la vida. Como tercer orden están otras cosas, como tomar una copa o divertirse un rato. Por cierto, que me encanta, pero creo que debe de haber organización y una escala de valores que yo la sitúo en este orden», comenta Juan Manuel.

Algo curioso y muy emprendedor, por si no fuera poco llevar una profesión complicada y compartirla con la práctica de un deporte de élite, nuestro protagonista también ha estado vinculado a organización de eventos con producciones a gran escala. «Me encanta organizar cosas, y me encanta también el mundo de la publicidad y todo lo que esté relacionado con la promoción de actividades de ocio o turismo», subraya. Este verano ha estado también trabajando para la empresa encargada de promocionar el Eurobasket que se ha celebrado recientemente en España. «Aproveché unas fechas de vacaciones para imbuirme en el proyecto. Por cierto, que fue una experiencia fabulosa», afirma satisfecho.

Juventud

En muchas ocasiones se argumenta con demasiada gratuidad lo apoltronada que está la juventud de hoy en día. Vacía de contenidos y sin muchas metas por delante. Sin embargo, Juanma es uno de los muchos jóvenes que con su ajetreada, pero feliz, vida hace que algunas conductas tengan que ser reconducidas. «No se puede generalizar -comenta- porque hay de todo. No soy un bicho raro ni nada parecido. También hay mucha gente joven que hace cosas, que trabaja, que tiene una disciplina de vida, que se organiza y que hace cosas interesantes. En este barco no estoy yo solo a bordo».

Juan Manuel Rubio Gutiérrez en estado puro. Abogado que ya destaca y que tiene una gran trayectoria por delante, jugador de élite de waterpolo, viajero y futuro empresario (lo tiene en cartera para un futuro inmediato). Por si fuera poco, todavía le queda algún tiempo libre para relacionarse y tomar una copa. Pocas, porque hay que cuidarse. Todo un ejemplo de persona realizada cuando el estrés está a la orden del día pero que a nuestro protagonista no le influye demasiado.