LUGARTENIENTE. Djilali Mazari fue detenido en Valencia. / EFE
ESPAÑA

Arranca el juicio a los islamistas acusados de intentar volar la Audiencia Nacional

Los 30 componentes de la célula se enfrentan a 464 años de prisión en un proceso que durará tres meses El ataque podría haber acabado con la vida de más de 900 personas

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Treinta presuntos terroristas islámicos se sentarán hoy en el banquillo de los acusados de la Audiencia Nacional, en el que será el tercer gran juicio en España contra las células 'yihadistas'. Los integrantes del grupo conocido como 'Mártires por Marruecos' se enfrentan a una petición fiscal de 464 años y medio por haber intentado hacer saltar por los aires el edificio de la Audiencia Nacional de la madrileña calle Génova, además de haber planeado otros sangrientos atentados en la capital contra el palacio del Tribunal Supremo, la estación de Príncipe Pío, el parque Tierno Galván o la sede del PP.

Los acusados, marroquíes y argelinos en su inmensa mayoría, fueron detenidos en octubre de 2004 en el marco de la 'operación Nova' contra el enjambre de células 'yihadistas' nacidas en la cárcel salmantina de Topas durante 2000 y 2002, bajo la tutela de Abderraman Tahiri, más conocido como 'Mohamed Acraf'. El autodenominado 'emir' de esos grupos fue detenido en Suiza y extraditado a España en julio de 2005.

Los fiscales Pedro Rubira y Dolores Delgado acusan a 'Acraf' y a sus acólitos de los delitos de conspiración para cometer atentado terrorista, pertenencia a banda armada, falsificación de documentos oficiales y tenencia de útiles para fabricar tarjetas de crédito.

El Ministerio Público sostiene que 'Acraf', para quien solicita la pena más alta, 46 años, fue quien durante sus estancias en la cárcel de Salamanca creó cuatro células diferentes, todas ellas bajo la denominación de 'Mártires por Marruecos'. Tras su salida de la prisión, viajó a Suiza para coordinar desde allí a sus terroristas.

Listos para atentar

El primer grupo, el de Topas, quedó bajo el control de su lugarteniente, Said Afif. La segunda célula se afianzó en el centro penitenciario de A Lama en La Coruña, dirigida por Dibali Abdellah. El tercer comando se creó en Almería y quedó bajó el control del único mauritano de la red, Kamara Birahima. El último grupo se estableció en Gandía y estuvo tutelado por de Djilali Mazari, otro de los hombre de confianza de 'Acraf'.

La Fiscalía de la Audiencia Nacional destaca en su escrito de acusación que el ataque contra la Audiencia estaba muy elaborado, «hasta el extremo» de que siete de los imputados, encabezados por 'Acraf', ya habían manifestado su intención de convertirse en 'mártires' en el atentado suicida.

El ataque contra el edificio de la calle Génova iba a perpetrarse con un camión que se lanzaría contra la sede del tribunal cargado con 500 kilos de 'goma 2'. 'Acraf', sostienen Rubira y Delgado, ya había iniciado incluso las gestiones para conseguir una tonelada de 'goma 2', la mitad iba a emplearse contra la Audiencia y el resto en otros ataques contra objetivos de Madrid.

Para conseguir el explosivo, el 'emir' de la célula fue a Almería en julio de 2004 para pedir a Birahuma que se encargara de comprar la 'goma 2'. El mauritano, incluso, contactó con un gitano, de nombre Antonio, pero al final la operación se frustró. Birahuma intentó comprar la 'goma 2' a otro traficante, que declarará en el juicio como testigo protegido. El propio 'Acraf' había contactado con un palestino en Alemania y especialista en electrónica, conocido como 'Salim', para que diseñara el artefacto que iba a portar el camión bomba que se lanzaría «a toda velocidad» contra la Audiencia.

La Fiscalía estima que este ataque podría haber matado a 980 personas, que son las que pueblan cualquier día normal la Audiencia Nacional: 300 jueces, secretarios y funcionarios judiciales, 80 fiscales y personas del departamento, 50 trabajadores en la Secretaría de Gobierno, unas 350 personas entre abogados, visitantes y periodistas.