Caen dos bandas que introducían grandes cantidades de droga mediante helicópteros

Por tierra, mar y aire. Los narcotraficantes continúan buscando rutas alternativas a los controles que intentan impedir la entrada de droga por el Estrecho en la Península. El endurecimiento de los dispositivos marítimos, como en el Guadarranque ( cuya última operación ha acabado con tonelada y media intervenida y tres detenidos) o en el Guadalquivir, provoca que los narcos agudicen su habilidad e ingenio para que el negocio siga siendo 'rentable', arriesgando incluso su propia vida con trayectos casi imposibles.

El Instituto Armado informaba este jueves de una nueva operación que da cuenta de este hecho y que ha sido llevada a cabo por la Guardia Civil de Málaga. En ella, tras una intensa y larga investigación, se han desmantelado dos organizaciones dedicadas al tráfico de grandes cantidades de hachís en España por vía aérea utilizando helicópteros para atravesar la frontera entre Marruecos y nuestro país.

En la operación, denominada 'Bombardeo', han sido detenidas quince personas, por lo que se dan por desarticuladas ambas bandas.

En el desarrollo de la operación se realizaron cinco registros, uno de ellos en Cádiz, además de en Málaga, Toledo y Madrid, en los que se incautaron de cerca de una tonelada de hachís.

Los viajes se hacían de noche y, durante el día, los helicópteros se mantenían ocultos en fincas aisladas de la costa malagueña. Tres de estas aeronaves han sido decomisadas por un valor de 2,5 millones de euros. La primera de ellas, y que les puso sobre la pista, fue intervenida hace más de un año, en mayo de 2014, cuando tras realizar un vuelo desde Marruecos y ocultar el 'botín', chocó contra unos cables de alta tensión, resultando muerto el piloto.

Pero ni la pérdida de esta nave ni tampoco la de su conductor afectó a la red, que continuó muy activa. Así, solo cinco meses después ya habían repuesto el helicóptero, incluso era más grande y permitía cargas mayores. Pero fue en diciembre cuando la operación dio un gran paso con la intervención por parte del Servicio Aéreo de la Guardia Civil de dos helicópteros y el arresto de sus cuatro ocupantes.

Así, los agentes pudieron determinar quienes estaban detrás de cada escalón en estas organizaciones criminales «perfectamente jerarquizadas». Contaban con un equipo que se encargaba de la financiación, otro de la captación y otro del adiestramiento de pilotos. Además de personas que les suministraban combustible ilegal y les daban logística de transporte y fincas donde esconder los helicópteros.

Pilotos captados y adiestrados

Según indica el Instituto Armado, debido a la peligrosidad de los vuelos nocturnos a baja altura que realizaban para tratar de evitar ser detectados por los medios técnicos existentes, una de las organizaciones contaba con «un experimentado instructor de vuelo experto en viajes nocturnos y rescates de alta montaña en el Pirineo francés y en los Alpes suizos». Esta persona además se encargaba de «captar y adiestrar» a otros pilotos.

El ahora detenido llevó su misión hasta el final ya que fue apresado cuando formaba a otro en un vuelo nocturno realizado a Marruecos. De regreso a la Península, con 600 kilos de hachís a bordo, fueron capturados. Se comprobó que contaban con elementos de visión nocturna de última generación así como de sofisticados sistemas de navegación.

De los 15 detenidos, seis son españoles, siete franceses y dos marroquíes. Las investigaciones han sido dirigidas por los juzgados de Instrucción números 3 y 4 de Estepona y han sido llevadas a cabo por el EDOA de la Guardia Civil de Málaga, con apoyo del Servicio Aéreo de la Guardia Civil, y del Grupo de Reserva y Seguridad de Sevilla.