Un yacimiento explotado

Visitar la historia de Cádiz es visitar Gadir, un yacimiento arqueológico que se abrió al público en marzo del año pasado y que desde entonces ha recibido la curiosa mirada de más de 50.000 personas. Si Cádiz es cultura, si Cádiz es huella y legado de civilizaciones, Cádiz es Gadir. De hecho, Cádiz fue Gadir hace 3.000 años: esa es la prueba irrefutable de que la Tacita de Plata es la ciudad viva más antigua de occidente.

La adaptación de este espacio para su apertura al público, enmarcado en su día en la apuesta del equipo de Gobierno liderado por Teófila Martínez por la recuperación del legado histórico, supuso una inversión de casi un millón de euros. De hecho, el Ayuntamiento de Cádiz fue galardonado con el I Premio Europa, en la categoría de proyecto europeo, con motivo de esa revitalización del interesante yacimiento arqueológico.

Gadir celebró su primer aniversario como el yacimiento arqueológico fenicio más importante de la cuenca mediterránea occidental con un buen número de invitados a la fiesta: 36.263 visitantes que fueron llegando desde ese 30 de marzo de 2014 de la apertura oficial.

Y en los últimos días de agosto, casi año y medio después de que se abrieran las puertas, el reclamo cultural, y en consecuencia turístico, ya ha superado el simbólico número de 50.000 visitantes.

Los datos que maneja este periódico son del pasado 27 de agosto. Hasta ese día, se contabilizan un total de 50.805 visitas, repartidas de la siguiente manera: 30.538 visitantes (60,11%) han sido personas no residentes en Cádiz, mientras que 20.267 (39,89%) responden a residentes en tierra gaditana.

El Ayuntamiento de Cádiz puso en valor este yacimiento para la interpretación de las formas de vida de los fenicios con un plan museográfico y otro arquitectónico dotados de la más avanzada tecnología.

El yacimiento, ubicado bajo el Teatro de Títeres La Tía Norica, muestra al visitante tramos de dos calles y ocho viviendas datadas en el siglo IX a.C., así como restos humanos de fenicios del siglo VI a.C.

Los diferentes dispositivos que ayudan a la interpretación de los restos hallados permiten, desde el inicio de la visita, conocer de manera directa aspectos generales y detalles del Cádiz fenicio con reproducciones tridimensionales de la trama urbana, o del rostro, recreado mediante la combinación de técnicas forenses y 3D, de Mattan, un fenicio que murió en un gran incendio en el siglo VI a. C.

El horario actual para poder sumarse a esos más de 50.000 visitantes que han pasado ya por el yacimiento Gadir es de martes a domingo y de diez de la mañana a cinco de la tarde: pases de una hora de duración, gratuitos e ininterrumpidos, para un aforo máximo de 25 personas. Las reservas pueden hacerse a través de cadiz2012@cadiz2012.es y cada interesado puede disponer de un máximo de dos pases, para el mismo día. Hay accesos para minusválidos y posibilidad de escuchar las explicaciones en varios idiomas.

Este yacimiento arqueológico vino a enriquecer la oferta cultural y de ocio de la ciudad, que ha sumado nuevos equipamientos y espacios de interés turístico como el rehabilitado Castillo de San Sebastián, el Torreón y paseo superior de las Puertas de Tierra, que también superó recientemente las 50.000 visitas, así como la nueva pérgola-mirador del Parque Genovés abierta al público.

La ruta Fenicia Gadir

La Ruta Fenicia Gadir puede ser recorrida en la ciudad desde el pasado 25 de agosto. Se trata de una ruta diseñada por el Instituto de Fomento, Empleo y Formación del Ayuntamiento (IFEF) y los enclaves que comprende son yacimientos arqueológicos que conservan patrimonio inmueble de origen fenicio y púnico, como el propio Gadir y el Yacimiento Arqueológico Casa del Obispo; lugares donde se conserva patrimonio mueble fuera de su contexto de origen fenicio y púnico, como la Sala Colonizaciones del Museo de Cádiz; y enclaves que, aunque no conservan actualmente restos fenicios, permiten explicar, con los medios didácticos propuestos, cómo era la ciudad de Gadir. En este punto se incluye la Playa de La Caleta, donde se aprecia perfectamente el antiguo canal Bahía-Caleta que dividía al archipiélago gaditano en las islas de Erytheia y Kotinoussa. La ruta se completa con los parques Erytheia y Kotinoussa, sitos junto al Colegio Carola Ribed de la capital gaditana.