Desarrollo personal

«Somos el resultado de las preguntas que nos hacemos»

Año nuevo... ¿vida renovada? Por qué la pandemia ha hecho que no veamos la luz al final del túnel y por qué deberíamos aprender a vivir sin expectativas, desde la aceptación y la experimentación

Diana Orero

Diana Orero

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Siempre había pensado que toda aventura empieza con un sí, pero el coronavirus me (nos) ha enseñado que las aventuras de verdad empiezan con un «no sé». Y es que por primera vez no sólo nos hemos quedado sin referencias es que además nos hemos quedado sin expectativas .

Antes del confinamiento no vivíamos a 10 metros sobre el cielo, pero sí, como mínimo, a un año vista. Muchas veces tomábamos decisiones , no por lo que eran, sino por lo que podían ser, o peor aún, por lo que habían sido: viajábamos con rencor al pasado y con miedo al futuro . Pero el coronavirus nos ha hecho parar en seco los viajes en el tiempo.

Una vez escuché a un psicólogo decir que aunque pudiera no evitaría que sus hijos sufrieran. Como padre, su amor era tan grande que no quería impedir que sus hijos crecieran, y es que muchas veces detrás del sufrimiento se encuentra crecimiento . Y este año, hemos sufrido. Mucho. Para empezar porque desde pequeños nos han enseñado a ganar: premios, juegos, buenas notas, dinero… pero nadie te enseña a perder. Y este año muchos hemos perdido mucho . Y no me refiero solamente a la libertad de salir a la calle cuando quieras.

Me refiero a personas, a relaciones, a trabajos, a salud… Yo personalmente he perdido tres personas muy cercanas y dos relaciones muy importantes. Toda esta situación ha sacado lo peor de mí: no sabía que se podía acumular tanta rabia y tristeza en tan poco tiempo. Lo bueno es que había tanta que no he podido ignorarlo y me ha tocada trabajarlas. Aceptar que soy vulnerable . Y que también me rompo. Lo bueno es que por la grietas entra la luz.

Y esa luz me ha hecho entender cosas que antes no entendía como que a veces durante este tiempo no he sacado lo mejor de mí, pero espero haberme sacado lo peor. Reaccionamos mal porque no estamos bien. Claramente. Y parte de lo peor eran las expectativas. De los demás, de mí, de cómo tenía que ser todo.

Toda esta situación ha sacado lo peor de mí: no sabía que se podía acumular tanta rabia y tanta tristeza en tan poco tiempo

Por primera vez no vemos la luz al final del túnel. Por eso tenemos que aprender a vivir sin expectativas , desde la aceptación y experimentación . Como cuando eras pequeño y jugabas a las tinieblas e ibas a tientas experimentando, no siguiendo un plan que claramente puede fallar.

Somos el resultado de las preguntas que nos hacemos . Así que en lugar de preguntarnos por qué hemos pasado una pandemia y pensar en teorías conspiranoicas, podemos preguntarnos «para qué». Ya que la hemos pasado para qué nos puede servir. Personalmente espero que todo esto me sirva para no perderme lo real por buscar un ideal . Y puestos a aprender también me pido para este año dejar de jugar a ganar a tener más razón y poner el mismo empeño a ganar, pero que sea a tener más corazón.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación