Día Mundial del Sueño

El insomnio puede esconder un problema de salud mental

Es clave conocer las herramientas para paliar un problema cada vez más extendido en la sociedad y que va en auge en la población joven

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S.B.

Dormir bien es como que te toque la Lotería. En estos momentos resulta complicado dar con una persona que asegure dormir plácidamente todas las noches, sin sobresaltos, y esto ocurre principalmente por todo el estrés y preocupaciones que tenemos a lo largo del día.

Las malas noticias llenan los telediarios y las portadas de las revistas y, pese a que esto no nos afecte directamente, se crea en nosotros un malestar que puede persistir incluso cuando nos vamos a la cama, incapaces de desconectar de todos los estímulos a los que nos sometemos durante el día.

«El insomnio en los síntomas mentales tiene una complejidad importante, precisamente por los múltiples factores que influyen bidireccionalmente (la salud mental en el insomnio y el insomnio en la salud mental). Muchas veces las personas intentamos solucionarlo por nuestra cuenta llevando a cabo medidas que funcionan solo a corto plazo, pero que a mediano plazo lo empeoran y hacen de esto un problema cada vez más difícil de solucionar. Por ello, es clave incidir que el insomnio no es sinónimo de utilizar pastillas para inducir o mantener el sueño . En el caso de un insomnio crónico, el tratamiento de elección cuando lo usamos es la terapia cognitivo conductual dentro de un programa estructurado», explican los expertos de la Clínica López Ibor.

Además de ello, un último estudio de la British Medical Journal indica que las personas que se han recuperado de la Covid-19 tienen un 60% más de probabilidad de sufrir problemas de salud mental de las personas que no lo han padecido. Entre ellos está las alteraciones del sueño y de la cognición, además de otros trastornos como ansiedad, depresión e ideas suicidas, así como trastorno por consumo de opiáceos, drogas y alcohol. Un motivo más para incidir en que el día 18 de marzo es un día a tener en cuenta, un día para hacer cada vez más visible los trastornos del sueño , problema que afecta a casi la mitad de los españoles

Es importante hacer hincapié en los trastornos de sueño en niños y jóvenes y saber actuar para que el problema no se alargue en el tiempo, ya que según un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad Estatal de Pensilvania (Penn State), en Estados Unidos, los niños con trastornos de sueño suelen seguir sufriéndolo en la edad adulta. Estos problemas lo padecen hasta el 25% de los niños, el 35% de los adolescentes y el 45% de los adultos jóvenes. Los niños y adolescentes son un sector de la población que su salud mental se está viendo gravemente afectada debido a todo lo que se está viviendo en los últimos años. Ansiedad , estrés, miedo, frustración , ira, tristeza, trastornos de la conducta alimentaria y, por supuesto, trastornos del sueño son cada vez más comunes en consulta.

¿Cómo solucionarlo?

El sueño es un proceso muy complejo, no solamente se trata de «desconectar», así que debemos darle la importancia que tiene en realidad. Los expertos recomiendan estos seis consejos para paliarlo :

1. No acudas a la respuesta rápida . Con frecuencia intentamos encargarnos del insomnio como si estuviese aislado de nuestros estados emocionales y los pensamientos que tiene asociado. Tomamos pastillas para inducir el sueño o mantenerlo sin identificar otros factores que estén generando el insomnio, o incluso en algunos casos, consumimos sustancias de abuso (como el alcohol o el cannabis) como una solución a corto plazo. «El problema es que, aunque a veces el encontrar una pastilla o una sustancia que nos ayuda parece solucionar todos los problemas, esto no dista de ser una medida temporal cuando hablamos de salud mental», apunta desde Clínica López Ibor.

2. Detrás del insomnio puede haber otros problemas . Los síndromes mentales cursan con muchísima frecuencia con insomnio, precisamente por las alteraciones emocionales que le acompañan. Así que si no actuamos sobre estos, las sustancias que consumimos para inducir el sueño suelen, por un lado alterar el sueño normal y reparador (lo que llamamos la arquitectura del sueño) y por otro lado dejar de funcionar pasado un periodo de tiempo.

3. Peligro de tolerancia . En ocasiones tendemos a aumentar la dosis de lo que tomamos y realizar patrones de riesgo de consumo de sustancias legales (como el alcohol), ilegales (como el cannabis) o de uso médico (como el lorazepam, zolpidem, alprazolam etc.).

4. El error de tener miedo a no dormir . El insomnio puede generar que la noche empiece a convertirse en un estímulo que genera miedo y nuestro cuerpo no está hecho para dormir con miedo. Además el sueño no es voluntario, desearlo no es suficiente. Cuanto más le tememos al insomnio, más probable es que suframos de él.

5. Las emociones previas al sueño son claves . Para dormir, nuestro cerebro tiene que entender que está en un estado de reposo, en el que no necesita actuar de una forma determinada. Por ese motivo, las emociones, que activan nuestro comportamiento, no permiten que conciliemos el sueño, o si lo conciliamos, pueden generar un sueño muy superficial y poco reparador. Por tanto, es fundamental identificar cuál es mi estado emocional cuando intento dormir.

6. Los pensamientos previos al sueño también son claves . Los pensamientos que tenemos, generan emociones, pero a su vez, los estados emocionales facilitan la presencia de determinados pensamientos. Este proceso ocurre de forma muy rápida y frecuentemente no somos conscientes de que está ocurriendo si no lo observamos con atención: «Es muy relevante conocer cuáles son los pensamientos que tengo antes de intentar dormir», determinan los expertos.

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