Cómo acabar con la desmotivación: guía práctica para jefes y empleados
Se necesita identificar tus objetivos, validar y alinear los compromisos con los objetivos, saber gestionar nuestros miedos y aprender las herramientas necesarias para ir más allá de nuestras limitaciones.
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Últimamente se habla mucho de la motivación, pero pocas veces entendemos de verdad cómo funciona. La motivación es el proceso previo en todas las personas que determina la manera en la que nos enfrentamos a nuevos retos como un cambio de vida, un nuevo hábito, una idea, o simplemente a la consecución de un objetivo. Para conseguir cualquiera de ellas, necesitamos una motivación previa, un impulso que nos ponga en acción y nos acerque a conseguirlo.
Es importante saber que esa energía puede venir desde dentro de nosotros (lo que nos da una gran satisfacción personal, fuerza interior y confianza ) o bien del exterior, para conseguir una recompensa que viene de fuera y que busca la validación por parte de un tercero en forma de elogios, recompensas materiales o reconocimiento.
Pero una vez que hemos conseguido esa motivación, ¿cómo podemos aprovecharla al máximo para sacar todo el beneficio posible por ejemplo, a la hora de cambiar de trabajo o ante la búsqueda de una nueva oportunidad laboral? La clave está en seguir estos cuatro pasos:
1.- Definir lo que queremos conseguir . Imaginemos que partimos de un escenario A en el que estamos estancados profesionalmente, y queremos llegar a un escenario B en el que podemos cambiar de departamento, de empresa, de rol, de funciones, etc. Tenemos que concretar y definir bien la meta , qué es lo que queremos conseguir, qué le pedimos a ese trabajo, qué tendrá que tener, etc.
2.- Marcar acciones que nos lleven donde queremos llegar . Antes de nada, tenemos que buscar el motivo o beneficio por el cuál nos mantenemos en el trabajo en el que estamos y que nos permita cambiar o llegar al escenario B. Para ello, debemos preguntarnos ¿qué es lo que nos mantiene atados a la situación actual y no nos permite avanzar hacia ese objetivo deseado? ¿Dónde está actualmente nuestro compromiso? ¿Cuál es el beneficio que esperamos encontrar en esa nueva situación?
3.- Ser consecuente . Enfrentarnos a las dudas, posibles limitaciones o miedos que nos impiden salir de esa zona de confort y romper con los compromisos para centrar la atención en los nuevos. Debemos pasar de sentirnos obligados o en el «tengo que» (tener un trabajo seguro) para pasar al compromiso y al «quiero que (mi nuevo trabajo me posibilite avanzar profesionalmente). Es decir, salir de nuestra zona de confort y centrarnos en lo que elegimos libremente desde el deseo , la pasión y la motivación para hacer aquello que queremos.
4.- Materializar la acción final . Pasar a la acción. Sólo así podremos empezar a acercarnos al objetivo final. Diseñar un plan de acción SMART, específico, realista, medible, concreto y acorde a nuestras posibilidades y tiempos. Una acción lo suficientemente retadora como para salir hacia esa zona desconocida que anhelamos y en la que queremos estar.
Para llevar a cabo estos consejos, lo que necesitamos es encontrar la motivación adecuada, esa fuente de energía o gasolina que nos permita arrancar. Como eso no siempre es fácil, aquí es donde surge la opción de trabajar con un coach. El coaching es el acompañamiento perfecto para ayudarte a identificar tus objetivos, a validar y alinear tus compromisos con los objetivos, a saber gestionar nuestros miedos e ir más allá de nuestras limitaciones.
En términos de coaching nos gusta decir: «No lo llames sueño, llámalo plan».
Cómo motivar a un grupo
Si lo que buscamos es motivar a nuestro equipo o a nuestros empleados para sacar de ellos su máximo potencial, o si buscamos fomentar la fidelización de esas personas que reman junto a nosotros, el coaching también es un apoyo fundamental para conseguirlo. De hecho cada vez más empresas, desde grandes a medianas organizaciones, ofrecen servicios de coaching a sus plantillas con esos mismos objetivos.
Para complementarlo, se ha visto que los mejores resultados se obtienen cuando las empresas también aplican los siguientes consejos que son simples pero valiosos:
• Identificar las fortalezas de los empleados : conectándolos con esas áreas o actividades que son de su interés, que saben hacer y en las que son competentes. Ahí es donde el trabajador se sentirá más cómodo y motivado.
• Dar flexibilidad : no solo en el horario, si no en la forma en la que puede desempeñar sus responsabilidades conciliando a su vez su vida personal y/o familiar. Hoy más que nunca, esto es fundamental en términos de productividad y también de autonomía y felicidad.
• Dar reconocimiento : poner en valor el desempeño del trabajador, reconocer sus logros y sus esfuerzos. Fomentar esta práctica no solo de arriba a abajo, sino entre compañeros, clientes, proveedores, para darle confianza para continuar en ese nivel, además de alimentar su amor propio o satisfacción personal.
• Sentirse parte de la empresa : hacerle saber que es importante y que su labor tiene un impacto fundamental en la empresa. Esto fomentará la implicación, el esfuerzo y su necesidad de formar parte de ella.
• Fomentar un buen ambiente : como seres sociales, el buen rollo en el entorno laboral es necesario para generar colaboración y voluntad de trabajo. Es importante recordar que esto no depende solo de cada uno, sino que se ha de propiciar por parte de los responsables.
En definitiva, de lo que se trata es de abrir la mente, quitarnos los pensamientos limitantes y dejarnos llevar por el asesoramiento de un coaching especializado para que todo salga bien. Un cambio de vida profesional y personal es posible, sólo hay que encontrar las teclas adecuadas para hacerlo realidad.
Sobre el autor: Conchi Gonzalez es Head of Coaching de Addtimme , startup española de coaching para empresas.
