Fitness

«Para marcar abdominales necesitas ejercicio y déficit calórico»

Rubén García, técnico fitness y autor de 'El gym y el ñam', nos cuenta cómo se introdujo en el deporte y cuál es el camino hacia una vida más sana

El experto en fitness Rubén García
Melissa González

Melissa González

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Normalmente se relaciona la mejor versión de uno mismo con tener unas proporciones concretas o un físico perfecto. Sin embargo, unos abdominales marcados no te hacen feliz, lo importante es que estemos cómodos en nuestra piel. Porque cuando te sientes bien, te ves bien, tengas un cuerpo perfecto o no. ¿Cómo se consigue? Logrando una buena relación entre el deporte que hacemos y los alimentos que comemos . Y, sobre todo, teniendo la conciencia y la autoestima tranquilas.

Esa fue la conclusión que alcanzó Rubén García ( @rvbengarcia ) tras años en el mundo del fitness, en los que sometió a su cuerpo a gran cantidad de dietas y métodos de entrenamiento distintos que lo llevaron al extremo, llegando en ocasiones incluso a hacerle sufrir.

Durante la cuarentena, mientras trabajaba para una multinacional dedicada a gestionar ensayos clínicos en oncología, empezó a realizar entrenamientos diarios en directo en redes sociales para sus seguidores y se adentró en el mundo de la cocina saludable, compartiendo con ellos muchas de sus recetas.

Fue entonces cuando se dio cuenta de que era esto lo que realmente le llenaba y motivaba. Sin pensárselo dos veces, decidió dejar su trabajo para entregarse por completo a ello. En la actualidad, comparte su estilo de vida saludable en las redes sociales con sus miles de 'followers'.

En las páginas de su libro 'El gym y el ñam' comparte su propia experiencia y el camino que ha recorrido hasta alcanzar un equilibrio. Y no sólo eso, también nos muestra sus rutinas de entrenamiento , tanto en casa como en el gimnasio, y comparte sus recetas saludables favoritas.

Cuenta en su libro el proceso hasta llegar a ser quien eres ahora. ¿Cómo llegó su primer contacto con el fitness y por qué?

El primer contacto fue yendo al gimnasio del pueblo, desconocedor de todo y guiado por mi hermano que llevaba más tiempo haciendo ejercicio. Él me decía lo que tenía que hacer y recuerdo que mis padres no me dejaban ir por la edad que tenía, así que empecé a hacerlo a escondidas. Leía también revistas sobre fitness y me dejaba llevar por ello. No obstante, me sentía mal con mi cuerpo porque no tenía autoestima por los comentarios y burlas que recibía en el colegio, así que fue una especie de rebote contra el mundo.

Podría decirse que lo que ha logrado en el mundo fitness sería una especie de «bofetada» para aquellos que se burlaban de usted...

Si te digo que sí no dejaría de hablar mi ego. Me voy dando cuenta en el camino que esas personas que se reían de mí también tenían problemas, solo que su forma de externalizarlos era atacando a los demás.

Una de las frases célebres de 'El gym y el ñam' es «quien mucho abarca poco aprieta», y por ello decidió centrarse solo en el deporte. ¿Qué supuso para usted dejar de lado otras ramas?

Me formé de manera autodidacta, pero yo lo que quería era tener algo más presencial que me obligase a atender e ir a clase así que estudié técnico de fitness, entrenamiento y nutrición y suplementación deportiva. En Instagram siempre he hablado mucho sobre lo que me va bien hacer a mí, pero me gusta decir las cosas con una base porque parece que si no tienes el TAFAD (estudios para ser profesor altamente cualificado) la gente se pone muy sensible. Me encanta viajar y me gustaba compartir mis experiencias por el mundo por si a alguien le son útiles, pero me di cuenta de que lo que me hacía feliz era enseñar cosas sobre fitness.

Al principio era un poco ególatra y publicar mis fotos era una forma de mejorar mi autoestima con los 'likes' que elogiaban mi cuerpo, pero ahora mi relación con las redes sociales es algo muy sano y bueno que está muy lejos de ser superficial. Visiblemente impacta un cuerpo trabajado y es verdad que lo uso como reclamo, pero siempre con un mensaje didáctico que aporte conocimientos y no solo se quede en el postureo.

'El gym y el ñam', de Rubén García

Dado que la cuarentena ha marcado un antes y un después en todos, ¿de qué forma le ha cambiado a usted?

A mí me ha ayudado a centrarme y ver qué necesito en mi día a día. Cada vez son más los elementos que nos dan interferencias negativas y es más difícil centrarse en lo que nos gusta, pero en la cuarentena, al estar en casa, me pregunté qué era lo que me hacía feliz y me di cuenta de que era juntar lo que estaba haciendo: entrenar, cocinar, compartir esas recetas saludables y entrenamientos, cuidarme... Tuve que cerrar círculos, simplificar mi entorno, pero el camino se ha hecho más recto a partir de entonces. Antes era más postural y dejaba ver mi ego haciendo todo más fácil, y aunque no me arrepiento de lo que hacía antes, me alegro de haber hecho ese 'click'. He creado una comunidad muy fuerte y he lanzado mi propia app que ayuda a muchas personas en su día a día.

Este libro, por tanto, ha nacido en una pandemia

El libro nace en pandemia pero todas las páginas e incluso el título llevan en mi cabeza desde mi etapa en la universidad. Yo escribía, pero como con el paso del tiempo mi pensamiento cambiaba pues tenía que cambiar muchas cosas y lo volvía a reescribir. Lo dejé apartado durante un tiempo y cuando la editorial me lo propuso supe que era el momento de sacarlo. La vida te pone delante lo que necesitas en todo momento. Somos expertos en tropezar con la misma piedra pero cuando caes de morros es cuando te das cuenta de lo que está ocurriendo, y en la pandemia me ocurrió eso; fui consciente de que era el momento de sacar a la luz lo que llevaba años escribiendo.

Aunque en sus redes sociales podemos encontrar todo tipo de entrenamientos, se nota un pequeño mayor interés en los que van enfocados al abdomen. ¿Con qué frecuencia aconseja trabajar esta zona del cuerpo y cuándo estima que se notarán los resultados?

En todas mis semanas tengo un día de descanso de hacer entrenamientos pero que en realidad es activo porque corro y hago una pequeña rutina enfocada en el abdomen. Suelo tener siempre una rutina de abdominales para el muro y me gusta escuchar a mi familia virtual, de ahí que el abdomen tenga más éxito, porque hago encuestas con opciones de otros grupos musculares y votan siempre abdomen.

El abdomen es la estrella y depende del entrenamiento que notes antes la tableta, pero si haces fuerza e hipertrofia, actividades donde el abdomen se activa indirectamente, con dos o tres días a la semana me parecen suficientes durante 5 ó 10 minutos. Eso sí, trabajarlos mucho los fortalece pero no los hace visibles porque hay que ajustar la dieta con un déficit calórico durante un tiempo. Yo siempre digo que los abdominales se hacen en la cocina porque no se verán hasta que no elimines la capa de grasa que hay encima. Me gusta trabajarlos de forma específica porque son los encargados de sujetar la espalda y el lumbar y hay que tenerlos fuertes, pero no por trabajarlos más se van a ver más.

El nombre de su libro hace referencia también al que siempre se considera el enemigo del deporte: la comida. ¿Qué equilibrio ha encontrado con el fitness para comer de manera saludable y rica sin renunciar a muchos alimentos?

Me gusta el término de alimentación consciente y he aprendido con los años que las dietas o mirar la báscula no me sirven. No hay que estresarse: el equilibrio esta en mantener una relación sana con la comida y el ejercicio, al fin y al cabo será nuestro cuerpo quien nos dirá si lo estamos haciendo bien o estamos pasando hambre. De nada sirve no comer y hacer mucho ejercicio si cuando llega la noche nos da ansiedad y terminamos comiendo de todo.

Según se dé el día hago tres o cinco comidas, y no me privo si un día tengo un antojo de helado o chocolate, pero tampoco voy a hacer de eso una costumbre. No me apetece guarrear todos los días y no consumo ultraprocesados, industriales, azucarados, bollería... Sí, te pegas un viaje que sabe a gloria pero el placer es a muy corto plazo, por eso es mejor ir a por alimentos que benefician a largo plazo.

Qué opina del «un día es un día»

Lo que nos gusta esta frase para excusarnos de todos nuestros pecados gastronómicos, ¿eh? También es importante entender que desviarse excepcionalmente de nuestra dieta unos días (esté marcada o no) no tirará por la borda el trabajo bien hecho durante el resto del año, y menos si esos días se sigue siendo activo y entrenando como es debido. Lo que sí lo hará es, una vez hecho, entrar en una espiral de culpa, remordimiento, estrés y ansiedad que termina haciendo esa bola de nieve más grande y empuja a darlo todo por perdido. Siempre digo que no hago dieta y por eso no me la puedo saltar.

El equilibrio está en mantener la calma y no agobiarnos por lo que otros hacen. Hay mucha desinformación y hay que ser consciente de lo que sienta bien o mal y no abusar de ello ya que todos sabemos cuándo hacemos bien o mal a nuestro cuerpo.

Con el concepto 'ñam' no quiero hacer referencia a algo insano. Si un día como hamburguesa con patatas, no pasa nada. ¿Te pasas de calorías? Sí. Pero no pasa nada. Pero este ñam no es comer hamburguesa con frecuencia, por ejemplo. Siempre huyo de los extremos y excesos porque me gusta estar y oscilar en el medio, donde pasan cosas bonitas.

¿Qué les aconseja a todos los que están a punto de comenzar a hacer deporte porque quieren llegar «a punto» al verano?

Yo les diría que primero hagan un ejercicio de conciencia. ¿Por que necesito verme bien? Si estás contento con lo que ves en el espejo, no pasa nada. Lo segundo que les diría es que lejos de intentar hacer un 'spring' de verano para caber en el bikini, que se planteen un objetivo más real porque lo que rápido sube, rápido baja. Hay gente que hace barbaridades bajando kilos pero realmente luego los cogen de nuevo. Es mejor que usen este momento como un primer empujón hacia un habito que les dure toda la vida porque seguramente al siguiente verano tendrán un cuerpo mejor.

Lo más sensato es no ser un cortoplacista y decir «quiero hacer un cambio y adquirir otros hábitos teniendo el deporte como una rutina». Además, el gimnasio no es lo único que adelgaza. Hay muchas personas que dicen ser muy negadas en el gimnasio y por eso no hacen ejercicio, pero lo que ocurre es que no han explorado sus posibilidades. Puedes acudir a clases, correr, escalar... Explora tus opciones y haz algo que te guste.

Sobre Rubén García

Graduado en Ingeniería Biomédica con un máster en Monitorización de Ensayos Clínicos y otro en Marketing Farmacéutico.

Durante años combinó sus estudios con su blog de viajes, su carrera en Instagram y su gran pasión por el deporte. Fue por esa gran pasión que, durante su último año de carrera, se formó en paralelo como técnico de fitness, además de en nutrición y suplementación deportiva. Desde entonces, ha participado en diversas competiciones deportivas, desde triatlones y maratones a competiciones de fitness.

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