Godín y Thelin pelean un balón aéreo en el Malmoe-Atlético
Godín y Thelin pelean un balón aéreo en el Malmoe-Atlético - EFE
LIGA DE CAMPEONES

El Atlético sofoca el fuego sueco

Los rojiblancos allanan su camino hacia los octavos con una victoria ante el desbocado Malmoe (0-2). Marcaron Koke y Raúl García

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Serio y brillante, el subcampeón de Europa apagó la combustión del Malmoe, un enemigo sin pedigrí pero temible en su campo, donde convierte cada choque en una cruzada. Tras una gran primera parte, el Atlético pasó apuros en la reanudación, cuando los suecos propusieron un órdago aupados por su físico y la intimidación. El gol postrero de Raúl García dio la tranquilidad y tres puntos que pueden resultar decisivos.

[Así hemos narrado el partido]

El Atlético, consciente de que el futuro en la competición podía despejarse en Suecia, arrancó el partido con una concentración máxima, encapsulando al Malmoe en su campo durante los primeros minutos y agobiándolo con jugadas a balón parado. En una de ellas Johansson despejó hacia su propia portería exigiendo la estirada de Olsen.

Los nórdicos se sacudieron el desconcierto inicial y aceptaron el envite rojiblanco, haciendo girar el encuentro hacia un intenso intercambio de golpes. Conscientes de sus limitaciones técnicas, apostaron por el frenesí, y así una carrera de Forsberg fue cortada en falta por Gabi, que se ganó la amonestación. También por una buena dosis de amedrentamiento: Halsti, en un encontronazo con Arda, rozó con sus tacos el rostro del turco, como queriendo marcar territorio. No fue la última tarascada que sufrió el volante, que tuvo que templar para no meterse en líos y cuajar una faena muy convincente.

El fútbol combinativo correspondió a los de Simeone, que poco a poco van evolucionando el modelo de la pasada campaña porque ya no está Diego Costa para aventuras en solitario y, en su nueva versión, necesitan subir los escalones de uno en uno para generar peligro. La primera gran ocasión fue un ejemplo de este nuevo traje: un tuya-mía por la banda derecha que acabó con un servicio de Arda a Raúl García, cuyo disparo encontró la réplica del guardameta sueco.

Minutos después, por el mismo carril, fue Juanfran el que esprintó lanzado por Gabi, centró al corazón del área y remató Koke permitiéndose un lujo de tacón. El gol premiaba el buen juego del Atlético y su capacidad para fajarse y crear delicatessen como la acción del canterano. El Malmoe, que no había encajado un gol en casa en los últimos ocho compromisos europeos, intentó reaccionar por la vía rápida colgando balones al área, pero ahí Godín se mostró imperial y ganó todos los saltos, como llegó una décima de segundo antes a todos los cruces de caminos. Intachable la hoja de servicios del central uruguayo.

El buen trabajo del primer acto pudo irse al traste en el arranque del segundo, con el Malmoe desbocado y el Atlético entrando al trapo. En apenas dos minutos, tres defensas rojiblancos —Miranda, Godín y Juanfran— vieron la tarjeta amarilla. La amonestación al lateral estuvo precedida por una falta de Rosenberg, que tiró la piedra y escondió la mano. En ese trecho fatal a punto estuvo de llegar el empate, pero el disparo lejano del propio Rosenberg se estrelló en el poste.

Salió Griezmann por un Mandzukic vacío por su brega, pero inédito en ataque. El plan era, sin duda, aprovechar el desgaste de la batería del Malmoe, que tardó en llegar. Centró el omnipresente Juanfran desde su banda, Helander despejó de forma defectuosa y Raúl García, atento, ajustó su disparo al palo derecho, sofocando por fin el fuego sueco. Victoria crucial para el Atlético, más después de la victoria de la Juventus frente a Olympiacos, que pone el grupo al rojo vivo.

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