Marín y Cornejo conversan durante un pleno parlamentario
Marín y Cornejo conversan durante un pleno parlamentario - J.M.SERRANO
POLÍTICA

Pucherazo, vetos y rodillo en el «Parlamento de la Junta de Andalucía»

El PSOE ha usado todos los resortes políticos y jurídicos para orillar el marcaje de la oposición en una legislatura que empezó mal

SEVILLA Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La legislatura del diálogo y del «tiempo nuevo» —lema político de Susana Díaz— no pudo empezar de peor manera. Una maniobra del PSOE para marginar al PP en la Mesa del Parlamento convirtió en una caldera el epicentro de la soberanía del pueblo andaluz. Bronca, insultos y gritos pusieron el edificante prólogo al «Parlamento de la Junta de Andalucía», como lo presentó en su sesión constitutiva el veterano diputado socialista Luis Pizarro, presidente de la mesa de edad y artífice del «pucherazo», como lo calificó el PP.

El Tribunal Constitucional acaba de darle la razón al grupo de Juanma Moreno y deja en el aire la composición del órgano que ejerce el control sobre el Legislativo y tramita las iniciativas que se debaten en la Cámara.

El PP de Juanma Moreno fue el gran damnificado con el reparto que unilateralmente hizo el histórico dirigente socialista. Con 33 escaños conseguía la misma representación (un solo miembro) que IU con cinco diputados.

El trastabillado comienzo del Parlamento más fragmentado de la historia de la Autonomía, en abril de 2015, fue un preludio de lo que vino después: vetos de proposiciones de la oposición, actas de reuniones que se pierden, informes jurídicos fantasma y hasta despistes en las votaciones que recuerdan al error que cometió el secretario del grupo socialista, José Muñoz, en el año 2010, cuando dio a sus diputados la orden de pulsar el botón del sí a las enmiendas presentadas por el PP a la Ley de Aguas que tenía previsto rechazar.

La Mesa del Parlamento bloqueó, sin base legal alguna, una iniciativa del PP y otra de Podemos

Para suplir su minoría en la Cámara y evitar que se repita la inestable legislatura de la pinza (1994/96), una pesadilla que obligó a Manuel Chaves a convocar elecciones anticipadas, el PSOE no ha dudado en utilizar todos los resortes políticos y también jurídicos a su alcance para orillar el implacable marcaje de la oposición y llevar la iniciativa. No siempre lo ha conseguido.

En julio de 2015, al poco de echar a rodar tras un acuerdo de investidura, PSOE y Ciudadanos vetaron en la Mesa de la Cámara el debate de una propuesta de ley del PP para eliminar el impuesto de sucesiones y donaciones y otra de Podemos para crear la Ley de Cuentas Abiertas de la Junta. El presidente de la Cámara, Juan Pablo Durán, líder de los socialistas cordobeses, incluso amagó con convertir el veto en norma de la Casa al plantear que todas las proposiciones se acompañaran en lo sucesivo de un informe jurídico, otro económico y otro del Consejo Consultivo.

La oposición puso el grito en el cielo. Aquello suponía poner palos en las ruedas a su actividad y silenciar a sus votantes. Un informe del letrado del Parlamento, que advirtió de que aquel impedimento podría acarrear «responsabilidades jurídicas personales», levantó el veto tras cien días de bloqueo.

Salvado este escollo, el rodillo parlamentario del PSOE y Ciudadanos pasó por encima de las 306 enmiendas de PP, Podemos e IU a los presupuestos de la Junta para 2016. El trabajo de la oposición terminó en la papelera. Ciudadanos, empeñado en demostrar que ellos sí son capaces de entenderse frente a PP y Podemos, arrancó al Ejecutivo de Susana Díaz el compromiso de rebajar el IRPF autonómico. Pero un error a la hora de votar de tres diputados de la formación que dirige Juan Marín a punto estuvo de dar al traste con las cuentas de la Consejería de la Presidencia.

Juan Pablo Durán invocó el reglamento de la Cámara, argumentó que el presupuesto ya había sido aprobado en el debate de la totalidad y asunto resuelto. No hizo falta ni siquiera un informe del letrado para aclarar el galimatías jurídico. PP, Podemos e IU no se cansaron de pedírselo.

Ver los comentarios