Luciano Alonso dimite obligado por los cargos fantasma

El histórico dirigente socialista de Málaga y exconsejero de la Junta de Andalucía, Luciano Alonso, abandonó este jueves su escaño en el Parlamento andaluz después de que el TSJA haya fechado para el próximo 30 de enero la apertura del juicio oral contra él por presunta prevaricación administrativa en el nombramiento de tres cargos de confianza en la Consejería de Cultura cuando estaba bajo su responsabilidad.

La dimisión de Alonso se produce exactamente un mes después de que el Alto Tribunal andaluz dictase el auto de apertura de juicio oral, si bien los socialistas defendían ayer que el ya exdiputado malagueño cumple con el código ético del PSOE que obliga a dimitir a la apertura de juicio oral.

Curiosamente, el principal apoyo público a Alonso se produjo ayer por parte de Ciudadanos.

El portavoz de la formación naranja, Juan Marín, aprovechó los segundos finales de su intervención en el atril del salón de plenos del Parlamento para decir que su decisión supone «lo que los andaluces esperaban que empezase a pasar: que cuando alguien es imputado por un caso de corrupción política abandone su cargo y lo haga con normalidad. Ha hecho lo correcto en el momento correcto, y abandona su acta para irse a la justicia ordinaria a defenderse de aquellos errores que supuestamente, porque no ha sido condenado por nada, haya podido cometer. Desde mi grupo se lo agradezco».

Por el PSOE los apoyos fueron más tibios. El portavoz parlamentario, Mario Jiménez, tiró de manual: ««Su compromiso, como no podía ser de otra manera, era responder al código ético del PSOE. Deseo que el resultado final sea positivo para el señor Alonso».