Alfonso o el símbolo de la resistencia

Su principal valía es que no se esconde. Todo el mundo sabe exactamente dónde se encuentra y precisamente por eso es un político de fiar. Alfonso Rodríguez Gómez de Celis ha estado siempre frente a Susana Díaz. Podría decirse que es casi el creador de lo que ahora se llama en algunos lugares de España, sobre todo en Andalucía, el antisusanismo.

Cuando era un joven estudiante que militaba en las Juventudes Socialistas, ya estaba contra su compañera Susana Díaz, sólo cuatro años menor que él. Cuando ambos eran concejales en el Ayuntamiento de Sevilla que dirigía Sánchez Monteseirín, ya estaba contra su compañera Susana Díaz. Eran enemigos íntimos y todo el mundo lo sabía. Y lo sigue sabiendo.

Por eso cuando en julio de 2013 el entonces consejero de Agricultura Luis Planas decidió dar el paso y enfrentarse a Susana Díaz en las primarias para optar a la Presidencia de la Junta de Andalucía, no podía confiar en otro para recogerle los avales que en Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, quien le hizo el trabajo lo mejor que pudo aun sabiendo que sus posibilidades eran escasas por el enorme poder orgánico que tenía entonces la consejera de la Presidencia.

Como se recordará, Luis Planas no llegó a reunir lo mínimo exigido y tuvo que retirarse de la carrera.

Pero Alfonso, Alfonsito como lo conocen en el PSOE, no se retiró de la política activa. Era diputado por Sevilla y, tras la victoria de Susana Díaz, fue expulsado de las listas al Parlamento andaluz.

Sin embargo, encontró otro aliado. Pedro Sánchez se convirtió en Secretario Federal del PSOE y necesitaba ayuda en Andalucía. Alfonso se la prestó entonces y desde ahí ha surgido una amistad que ha llegado hasta ahora con algunos altibajos, esos mismos que tiene la política.

Su fidelidad al Secretario Federal obligó a Susana Díaz a nombrarlo director de la Agencia de Puertos de Andalucía en 2015, donde sigue haciendo su trabajo, mucho menos vistoso desde el punto de vista político, pero dentro de la administración andaluza, lo que es muy importante.

Ahora Pedro Sánchez le ha nombrado responsable de estrategia y comunicación en su campaña después de que el propio Gómez de Celis le pidiese un tiempo para pensarse si seguirlo en esta nueva aventura o tirar por otros derroteros. Alfonso es consciente de todo lo que se juega en este envite y por eso ha procurado ser leal con quien lo nombró. Así, le ha pedido permiso a su consejero de Fomento, Felipe López, de quien depende orgánicamente, para decir sí a Pedro.

Y lo ha hecho. Sabe muy bien lo que es no poder ni presentarse a unas primarias dentro del PSOE pero está convencido de que esta vez va a ganar. Desde luego, él está trabajando para ello y su nombramiento ha sido muy bien acogido por todas las plataformas que tiene Pedro en Andalucía.