ARTE

El Thyssen de Málaga revisa el cubismo

La exposición «Juan Gris. María Blachard y los cubismos» analiza la segunda etapa de esta corriente artística creada por Picasso y Braque 

Autoridades visitan la exposición en el Museo Thyssen de Málaga ABC

J.J. MADUEÑO

Desde el viernes 6 de octubre, el Museo Thyssen de Málaga muestra una visión revisionista de la segunda etapa del cubismo. La nueva exposición temporal «Juan Gris. María Blachard y los cubismos (1916-1927)» analiza este período dentro de esta corriente artística creada por Picasso y Braque entre los años 1906 y 1914. Se hace una revisión a través de las obras de Juan Gris, referente en el giro experimentado por este movimiento a partir de 1914 hasta finales de los años veinte. También mediante la visión de María Blanchard que, según el comisariado de la exposición, es la gran desconocida del grupo de artistas que dieron lugar al nacimiento de esta vanguardia y cuyo papel principal se quiere destacar.

La muestra se puede visitar hasta el próximo 25 de febrero y narra «la complejidad de la obra de Juan Gris». «En los medios artísticos cubistas se asumía que Gris tenía capacidad para reformular la experiencia cubista . Antes de que estallase la Primera Guerra Mundial el «milieu» cubista originario se estaba disolviendo», reseña Eugenio Carmona, comisario de la exposición. Es una profundización en una corriente que hasta hace pocos años no fue bien comprendida, como reseña Carmona. «Es comprendido en el presente como uno de los grandes capítulos de la modernidad artística , aunque hasta fechas relativamente recientes no había sido bien conocido, ni bien comprendido, pues no se llegaba a captar su propuesta por la imposición dominante del paradigma del arte abstracto absoluto», explica el comisario.

La muestra comprende 60 obras en el que se remarca la idea de que «hubo tantos cubismos como artistas lo interpretaron». La exposición acoge a otros autores que ofrecen al espectador una visión global de este movimiento. «Juan Gris y María Blanchard, junto al escultor Lipchitz, fueron el motor de una nueva forma de entender el cubismo», remarca Carmona, quien reseña que, a partir de 1916, estos autores insuflaron una vitalidad vigorosa y un nuevo sentido del color y de la composición del espacio sin el collage. «Es la primera vez que se establece un parangón entre las obras de Gris, Blanchard y Lipchitz, al tiempo que se establece por primera vez una síntesis expositiva sobre las relaciones entre cubismo y arte nuevo», apunta Lourdes Moreno, directora artística del museo.

El Musseo Thyssen alberga, junto a ellos, los discursos de los pintores Albert Gleizes y Jean Metzinger, los versos del poeta Vicente Huidobro –escogidos por su relevancia, amistad y sintonía creativa con Gris y Blanchard–. También se demuestra el papel fundamental que ejercieron todos sobre la primera generación vanguardista de los años veinte , donde se integran Salvador Dalí , Moreno Villa, Palencia, Peinado y Ángeles Ortiz, a los que la exposición dedica la última sección.

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