Pedro Sánchez, mudo en la playa

Enmudeció. Pisó Marbella, se fotografío con algunos simpatizantes del PSOE, pero no dijo nada. Guardó silencio este miércoles al medio día. «No va a hacer declaraciones», decían sus colaboradores. «No va a decir nada. Hablará en el mitin de Málaga», reafirmaba Miguel Ángel Heredia, secretario general del PSOE provincial. Fue un intento de baño de masas, que acabó en una paseo ante las cámaras con los micrófonos desconectados y las grabadoras apagadas. Pedro Sánchez pasó por Marbella, pero no quiso dejar constancia de sus propuestas para una ciudad que va a estar pagando deuda durante 40 años al Gobierno que quiere presidir. La brisa del mar o el reflejo del sol en la arena lo hicieron enmudecer.

Iba a ser una reunión para conocer la problemática de los chiringuitos de playa, que tantos apuros tienen para ejercer su labor.

Pero la opinión del presidenciable sobre este aspecto tampoco se pudo saber. El silencio era la respuesta. «Ya dirá algo cuando acabe», decía su jefa de prensa, pero se fue a la habitación y sólo quedó una promesa del partido a nivel provincial del envío de una nota de prensa sobre este aspecto. Sobre el que sí habló el PP por la mañana. Los populares denunciaron el bloqueo en el que la Junta mantiene a los chiringuitos. Unas empresas de las que dependen unas 20.000 familias andaluzas, según los populares, y que no mereció un simple comentario del presidenciable socialista. Ni una sola promesa. Nada.

Los discursos están programados. Las palabras están guardadas a la espera de tener una audiencia específica. «Si habla aquí, lo que diga lo cogen los medios nacionales antes de esta noche», aseguraba Heredia. El silencio era estratégico. Nada que decir en Marbella. Sólo fotos, «selfies» con algunos de los asistentes al Hotel El Fuerte e imágenes para el recuerdo de los políticos y simpatizantes locales. Nada que destacar de la presencia de Pedro Sánchez en Marbella, salvo el silencio.

Y será la tónica habitual, porque otro silencio volverá a ser noticia esta noche en Málaga. O más que el mutismo será la ausencia. Porque en esta aparición en Andalucía no estará la que reina en el sur bajo las siglas socialistas. Susana Díaz no acompañará a Pedro Sánchez en Málaga, como tampoco lo hizo en su última aparición, cuando Sánchez contradijo a Díaz diciendo que Podemos no era el enemigo. Ahora vuelve a Málaga para recaudar votos sin el mayor valor del PSOE para ese fin. Sobre la ausencia de la presidenta de la Junta de Andalucía tampoco se habló en Marbella.