Entrevista

Mariló Valencia: «En 2014 ya advertimos del asentamiento de los grandes capos en la Costa del Sol»

La nueva líder del Sindicato Unificado de Policía (SUP) en Andalucía lamenta la escasez de recursos humanos y materiales en la difícil lucha contra la delincuencia

Valencia, en la sede del sindicato en Málaga Francis Silva

J.J. Madueño

Mariló Valencia lleva siendo agente de la Policía Nacional desde 1999. Acaba de ser elegida secretaria general del Sindicato Unificado de la Policía Nacional (SUP) en Andalucía. Esta malagueña asume la defensa de los derechos de un Cuerpo castigado por los recortes, donde la principal demanda es la de medios y agentes para combatir el crimen en toda la comunidad. Hace balance para ABC tras su elección.

¿Cómo es la situación de la Policía en Andalucía?

Llevamos muchos años en los que no se ha invertido absolutamente nada en seguridad pública. Se ha recortado a la Policía Nacional y la Guardia Civil. No se han repuesto los agentes que se han ido jubilando. En lugares como la Costa del Sol ha habido una merma en grupos de investigación como la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) o la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF). Se necesita personal para estar al día y para cubrir todo el volumen de trabajo en Andalucía. Aumenta la jornada laboral y tenemos que decir a la familia que es que nos gusta lo que hacemos, porque luego no hay derecho tampoco a retribuciones por esos excesos horarios.

¿Soluciona la prometida equiparación salarial?

La equiparación es con los cuerpos autonómicos, pero nosotros reivindicamos también la dignidad salarial. No puede cobrar lo mismo un agente de la Udyco o de Atracos que uno en tareas administrativas. En los grupos especializados no hay peligrosidad, nocturnidad, ni ese tipo de complementos por especialización.

¿Dónde se debería invertir?

La primera inversión es en personal. Si había un suelo de efectivos en Andalucía, estamos en ese suelo. No es posible que el hospital de Sevilla no tenga módulo hospitalario. Eso quita agentes, que ya son pocos en la capital, para hacer esa custodia. En Marbella hay un problema cuando llegan personalidades o expresidentes del Gobierno, porque nos quedamos sin compañeros de los «zetas» (coches patrulla).

¿Y en medios?

No hay chalecos antibalas. La Udyco o el Grupo de Atracos no tienen. Hay grupos en los que hay un solo ordenador. Se llega de una vigilancia y hay que esperar turno para meter los datos. Se han visto grupos que ponen dinero para un disco duro o agentes en zapatillas de deporte porque se le rompieron las botas y no se las reponen.

Pese a todo, baja la delincuencia…

A costa de los agentes. En Andalucía Oriental ya hay estadísticas de bajas psicológicas, pero es que los psicólogos también están desbordados. No existe conciliación familiar y cuando acaba tu jornada puede que suene el teléfono y te vayas a Francia a una investigación.

Entonces, hacen falta agentes…

Necesitamos un nuevo modelo que elimine las duplicidades entre los diferentes cuerpos, porque crean barreras en las investigaciones y pérdida de recursos. Lo lógico es una sola Policía, porque la ONU nos dice que estamos por encima de la ratio de policía por habitante. Lo que hay no funciona. Si no se cambia el modelo, sí hacen falta más agentes.

¿Esto ayuda al asentamiento al narcotráfico?

En 2014 advertimos del asentamiento de los grandes capos en la Costa del Sol, pero los hechos violentos son porque ha cambiado la ética dentro de las organizaciones. Los que mueren son integrantes de estas mafias que se quieren enriquecer y se vienen luego a gastar el dinero en efectivo. Lo gastan en la Costa del Sol en lujo. Los matan aquí porque cuando están de fiesta bajan la guardia.

¿Y en el Campo de Gibraltar?

Es otro mundo. En la Costa del Sol la gente trabaja de forma legal. Aquí los narcos son anónimos, pueden tener mansiones o lo que tengan, pero es otra cosa, ya que tener dinero no es llamativo. Allí hay una cultura narco. Hay mucho paro, desempleo y está normalizado dedicarse a esto. En los colegios se siguen los pasos de sus padres. A eso se suma que se gana mucho y se trabaja poco. Hace falta educación para marcar la legalidad y la ilegalidad. Lo complicado es cambiar la mentalidad de que si trabajas un mes ganas 600 euros y en un día puedes ganar 3.000 euros. Tenemos que seguir combatiendo, pero cambiando la mentalidad de la gente.

Parece un territorio hostil para la Policía. ¿Cómo es trabajar allí?

No nos da miedo tener mucho trabajo. Los agentes prefieren La Línea a Cataluña. Un compañero estuvo allí y su hija llegaba a casa del colegio con sus necesidades hechas encima. Cuando fue a pedir explicaciones, los profesores le contestaron que hasta que no aprendiera a pedirlo en catalán no iba a ir al baño.

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