El «hundimiento» educativo se hace realidad en Málaga

Lleva medio siglo recibiendo a niños de Fuengirola para su educación. Aportando un lugar para la enseñanza, pero sin que se le haya remodelado nada. Una gestión, o quizás mejor, ausencia de ella, que ha llevado a que el Colegio Pablo Ruiz Picasso esté en ruinas. El centro está lleno de grietas, la solería está agujereada, las puertas y ventanas no cierran porque los marcos están descuadrados, la iluminación está cogida con cadenas y los pavimentos deteriorados y las grietas campan a sus anchas por los techos y paredes. Un lugar donde las cisternas de los baños van aún con cadena y el muro del patio de Infantil está vallado por peligro de derrumbe. Una ruina a la que acuden para cumplir con su educación obligatoria 225 niños diariamente, entre cableados sin canalización y estructuras metálicas corroídas por el óxido.

Los padres están desesperados porque la situación en la que se encuentra el colegio es «un riesgo» para sus hijos. «Ya ha habido dos derrumbes en las instalaciones», remarca Verónica López, vicepresidenta del AMPA. En 1999 se hundió la primera planta del edificio de Primaria y se tuvo que reforzar el techo. Por otro lado, en 2006 se derrumbaron las antiguas casas de los conserjes, que albergaban el comedor escolar. «Se ha instalado en el aula de psicomotricidad, que no reúne las condiciones para un comedor y donde no hay capacidad para todos los niños » , remarca la indignada madre, quien asegura que la instalación eléctrica es otro problema. «Es tan antigua que cuando enchufas dos proyectores en la misma planta se quema. Ya ha ardido en varias ocasiones por sobrecarga», lamenta la representante de los padres.

Ex «centro tecnológico»

«El colegio fue centro TIC –dotado con tecnología–, pero le tuvieron que quitar el nombre. Si se enchufaban varios ordenadores a la vez, la instalación eléctrica no aguantaba», remarca Verónica López. Unas deficiencias que han desencadenado una dura lucha por la remodelación de este centro. «Queremos que se reforme de forma integral, si los cimientos están en condiciones», asegura la representante del AMPA, quien explica que «dudan de la idoneidad de la cimentación». Desde el AMPA se ha pedido a la Junta de Andalucía que no tengan a los niños en un «colegio discriminador», porque está lleno de barreras arquitectónicas, sin ascensor y sin baños habilitados.

Por su parte, la Delegación de Educación de Málaga les ha dicho que van a elaborar «un informe patológico» del edificio para poder valorar las obras urgentes que hay que desarrollar y, si hay presupuesto, se aprobarán, según informó la asociación de padres del centro, que se reunió con los representantes de la Junta de Andalucía en la mañana de ayer.