Fiscalía de Menores de Málaga
Fiscalía de Menores de Málaga - FRANCIS SILVA
TRIBUNALES

¿Cómo castigar a una niña que inventa haber sido violada?

El fiscal pide un año de libertad vigilada para la joven que acusó falsamente a sus compañeros de clase, cuyas familias exigen su internamiento psiquiátrico

MÁLAGA Actualizado: Guardar
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¿Cómo se puede castigar a una joven que inventa una acusación tan grave como la de haber sido violada por sus propios compañeros de clase? ¿Es posible resarcir el dolor de esas familias que tuvieron que demostrar la inocencia de sus hijos? Estas difíciles preguntas pueden dirimirse pronto. En cuanto se dicte la sentencia del juicio al que este jueves y viernes se ha enfrentado la chica de Málaga que en 2015 acusó falsamente a cuatro alumnos de su mismo colegio de haberla acosado y vejado en el propio centro escolar.

Será en cuestión de días. La respuesta la tiene el juez. La Fiscalía ha solicitado que se imponga a la joven, que ya es mayor de edad, un año de libertad vigilada con tratamiento.

Se trata de una pena mayor que la que en principio pidió el Ministerio Fiscal en su primera calificación. Entonces se conformaba con 100 horas de prestaciones en beneficio de la comunidad. Una pena muy barata para quienes habían visto a sus hijos en el calabozo.

Ahora, el viraje en la petición del fiscal (que ejerce otro profesional) ha contentado a una parte de las cuatro familias. La mitad, en concreto. Para la otra parte, sin embargo, sigue siendo escaso el castigo. Por eso solicitan el internamiento de la joven en un centro psiquiátrico durante un año. «Hasta que sea seguro de que solucione lo que tiene», expresan.

Tiene su explicación en el calvario que pasaron durante meses. Con enfermedades sobrevenidas e ingresos en el hospital que nadie esperaba. Ya todos son mayores de edad y han podido encauzar bien sus vidas, pero incluso ha seguido habiendo secuelas en algunos padres después de que la Justicia determinara como falsa la denuncia que sobre sus hijos recaía.

En estos días, han tenido que revivir todo aquel sufrimiento. Encontrándose además con que en su declaración ante el juez y a preguntas de su defensa, la joven señaló que no quería presentar denuncia y que no tenía claras las fechas. No obstante, los agentes de Policía Nacional manifestaron que ella dio datos concretos y relató los hechos con las fechas sin estar coaccionada.

Todo se produjo el año pasado, cuando los chavales cursaban segundo curso de Bachillerato en un centro concertado de Málaga. Tras las denuncias de la joven, el paso de los adolescentes por el calabozo y la orden de alejamiento que les fue impuesta (que incluso les impidió asistir a clase justo cuando finalizaban curso y se tenían que enfrentar a la Selectividad), comenzó una odisea para los padres, que tuvieron que ir desmontando una a una las acusaciones de la chica para demostrar la inocencia de sus hijos.

Así, lograron acreditar cómo los días en que la chica denunciaba haber sido víctima de puñetazos y golpes ni siquiera estaba en el centro. Cómo las fotos de moratones que presentó como prueba ante la Policía las había sacado de internet. Y que la jornada en que ella aseguraba haber sido violada bucal, anal y vaginalmente en los jardines del colegio por tres de los muchachos ellos ni siquiera estaban en sus instalaciones. A los chavales los salvó el teléfono móvil. Incluso que sólo media hora después del momento en que situó el aberrante episodio de agresión sexual que aseguró haber sufrido realizó dos exámenes de recuperación sin manifestar ningún tipo de actitud extraña.

Una vez archivado el caso contra ellos, el fiscal pidió que se dedujera testimonio contra la muchacha por denuncia falsa, lo que fue aceptado por el juez. Las consecuencias se conocerán pronto.

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