MEDIO AMBIENTE

La recogida de las yeguas en la marisma: antesala de la Saca en comunión con Doñana

Los ganaderos almonteños han vivido con especial emoción esta tradición después de que el año pasado quedara suspendida

Yegüerizo entre las marismas de Doñana Foto: M.A.J. / Vídeo: Antonio Periáñez

Miguel Ángel Jiménez

Amanece en Doñana. El sol despunta en el horizonte y el aire se llena de los sonidos de la naturaleza más salvaje , que comienza a despertar también, igual que el día. En Manecorro, los ganaderos más rezagados alcanzan a los compañeros que esperan en el enclave para acceder al Espacio Natural.

El tiempo apremia y el terreno está complicado por la acumulación de agua tras las lluvias tardías de primavera. Hay que organizar las reuniones -en total son 19-, y llegar a cada una de las fincas en las que el ganado ha permanecido en total libertad, pastando, creciendo, reproduciéndose, dando continuidad a una raza única y exclusiva de Doñana que, al igual que otras de más renombre, como el lince ibérico, también sufre la amenaza de la extinción.

El caballo marismeño, no obstante, pervive gracias a la ayuda del hombre, que desde tiempo inmemorial ha custodiado este ganado y le ha aplicado faenas como la tuza -el corte de crines y colas que se desarrollará en el recinto ganadero de Almonte durante el Certamen- dando como resultado, además de su supervivencia, una de las tradiciones más singulares y antiguas de cuantas se conservan en España: la Saca de las Yeguas.

Regulada por una ordenanza emitida por el duque de Medina Sidonia en 1504 , esta faena ganadera, convertida en festiva tradición y en un atractivo turístico indudable, ha permanecido prácticamente inalterable hasta el pasado año.

Fue la única vez que no se celebró, como consecuencia del desencuentro entre la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Marismeño y la administración a cuenta de la falta de propuestas viables que solucionasen la carencia de terrenos en los que pudieran criarse las cabezas de ganado expulsadas por orden del Ayuntamiento de Hinojos de la Marisma Gallega, en su término municipal, para dar prioridad a los ganaderos locales.

Este escollo en la historia, que se vivió con gran dolor en el pueblo de Almonte, ha marcado con un plus de ilusión y expectativa la llegada de la presente edición, y esto se dejaba notar también en los rostros de los yegüerizos, impacientes y satisfechos por recuperar la tradición de la que son depositarios.

Aunque los momentos más conocidos por todos se producen cada 26 de junio en la puerta del Santuario de la Virgen del Rocío y por la tarde, en la localidad de Almonte, los trabajos de manejo ganadero que se conocen como Saca de las Yeguas comienzan, en realidad, un día antes.

Hay que reunir a las yeguas y a sus potrillos, diseminados por un vasto espacio -las fincas de Las Nuevas, la Vera, Marismas del Rocío, Dehesilla y El Rincón del Pescador-, y recogerlos en los cercados que el Espacio Natural de Doñana dispone para tal fin. Eso, en el caso de las fincas mencionadas, más cercanas al núcleo de Almonte. En el caso de Marismillas, cuya ubicación es cercana a la desembocadura del Guadalquivir, los ganaderos accedieron el pasado 23 de junio , por lo que la noche de hoy lunes será la tercera que pasen en la marisma.

No es un trabajo sencillo. En ocasiones, las yeguas se alejan, hay que soportar el calor, el polvo, los insectos que proliferan favorecidos por la humedad que emana de unas marismas plenas de agua, a las que hay que estar atentos: son terrenos inestables e irregulares que pueden deparar sorpresas desagradables para los yegüerizos, que, a caballo, tratan de controlar al ganado para llevarlos al lugar en el que permanecerán hasta la madrugada del martes.

Video. Recogida de las yeguas de Doñana Vídeo: Miguel Ángel Jiméne

Teniendo en cuenta estas condiciones adversas, la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Marismeño, «como organizadora del evento, custodia de la tradición y responsable del bienestar del ganado y de sus socios», y en un gesto que viene a conjugar la preservación de las costumbres más antiguas y la introducción de factores que incidan en el bienestar tanto de los hombres como de los animales –uno de los elementos en los que más incide la asociación en los últimos tiempos, el bienestar animal -, ha dispuesto, por un lado, un equipo integrado por cuatro veterinarios que están velando por los ejemplares equinos recogidos en la marisma, y por otro, un servicio de ambulancia todoterreno que está disponible desde que los yegüerizos han accedido esta mañana al Espacio Natural hasta que lleguen a Almonte, en la tarde de mañana martes.

Este año, debido a una excelente organización, los trabajos de recogida del ganado en las marismas se han desarrollado con más rapidez de lo normal. Se han reunido más de 1.000 cabezas de ganado, entre yeguas y potrillos, y aunque la finalización de las tareas depende de múltiples factores, es habitual que se prolonguen hasta última hora de la tarde de hoy.

Una vez culminadas, llega el momento de disfrutar de unas horas de convivencia en medio de la naturaleza , en la que se pernocta hasta que el sol está a punto de despuntar, de nuevo, en el horizonte. Será el momento de volver a organizarse para sacar de Doñana ese millar de yeguas y potros de raza marismeña y llevarlas ante el Santuario de la Blanca Paloma, a donde llegarán hacia las 10 de la mañana, para recibir la bendición y rezar la Salve y continuar, acto seguido, hacia Almonte.

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