La mitad del castañar de la Sierra de Aracena se encuentra abandonado por falta de rentabilidad

Los bajos precios de la castaña, la falta de reposición de árboles, y los elevados costes de mantenimiento, entre las causas del abandono

Una explotación de castaños en la sierra de Huelva J.M. Brazo Mena

José Manuel Brazo Mena

Una de las mayores zonas productoras de castañas en Andalucía, la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, cuenta con 5.000 hectáreas de castañares, de las que 3.500 se encuentran en producción , debido al estado de abandono o semiabandono de la mitad de las fincas por parte de sus propietarios, por falta de rentabilidad. Entre las causas, se encuentran los bajos precios de la castaña, la falta de reposición de árboles, y los elevados costes de mantenimiento.

El presidente de la Cooperativa Castañera Serrana de Galaroza, Arturo Martínez, ha señalado al respecto que desde hace unos diez años, está ocurriendo este fenómeno en el castañar de la Sierra , que ya afecta a alrededor del 50 por ciento de su superficie, «porque ha dejado de ser productivo para la mayoría de los cosecheros» en municipios como Galaroza, Fuenteheridos, Castaño del Robledo, Cortegana o Los Marines, con más superficie de castaños.

En este sentido, el representante de los cooperativistas onubenses, ha hecho hincapié en la falta de rentabilidad del castañar, debido a los bajos precios del fruto, a la falta de reposición de árboles, además de señalar los elevados costes de mantenimiento que tienen que soportar los agricultores, con las labores de recolección, desbroce de las fincas y poda de ejemplares, entre otras, «y si no se hacen estos trabajos, los campos dejan de ser productivos».

La 'tinta del castaño'

A estos problemas, según Martínez, se une, la «tinta del castaño», causada por el hongo Phytophthora cinnamomi, que acaba pudriendo al árbol con una enfermedad que se reconoce por el tono negruzco que deja en las raíces atacadas. «Este patógeno, también llamado “seca de la encina”, está devastando el castañar, donde se está observando un avance muy rápido de este hongo, en las diferentes fincas de castaños de la Sierra», añade.

Sobre este aspecto, el presidente de la cooperativa castañera, ubicada en la localidad de Galaroza, ha insistido en que «se trata del mayor problema que tenemos en la actualidad, por lo que sería necesario generar un plan de ayudas para replantar los castaños que se van perdiendo, con árboles resistentes a la enfermedad de “tinta”. Además, el fruto se ve afectado por insectos endémicos como “Balaninus” y “Carporasa”, que hacen mermar la producción».

Respecto al deterioro del castañar serrano, la Delegación Territorial de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta ha puesto de manifiesto en un comunicado que esta situación «puede generar a medio y largo plazo consecuencias medioambientales, sociocultural y socioeconómicas mucho más profundas de lo que podemos pensar, ya que constituye uno de los paisajes más simbólicos de nuestra comarca».

«La función principal del castañar ha pasado de ser meramente económica a tener una importante función paisajística, ambiental y de identidad social

Agricultura ha añadido que «la función principal del castañar ha pasado de ser meramente económica a tener una importante función paisajística, ambiental y de identidad social. El castaño es mucho más que un simple cultivo, estando protegido por normativa incluso de la Unión Europea y siendo una forma de vida». El 90 por ciento de las explotaciones de este fruto forestal son privadas y suelen ser pequeñas fincas de no más de 10 hectáreas, por lo que el número de familias de la comarca serrana afectadas por este problema es alto.

Recta final de la campaña

La campaña de recolección de castañas en la Sierra de Aracena se encuentra en su recta final. Tras concluir la recogida de variedades tempranas y de media estación, se está cosechando la castaña tardía (Vazqueña, Helechal), en una temporada que «no está siendo buena y con fruto de escaso calibre» según informa el último Estado de los Cultivos de la Junta de Andalucía.

Sobre la cosecha, el responsable del sector de la castaña de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos de Huelva (COAG), José Manuel Benítez , ha señalado que las previsiones en el inicio de campaña eran mayores en cuanto a producción, ya que el castañar contó con una buena polinización. Sin embargo, Benítez ha precisado que «con la falta de lluvia se ha reducido bastante la cosecha».

En este sentido, el representante de COAG-Huelva, ha indicado que este año en la Sierra de Aracena se estiman pérdidas de unos 200.000 kilos de castañas. Así, la recolección prevista inicialmente de 1,7 millones de kilos, ha bajado hasta los 1,5 millones, debido la climatología adversa. «El agua que cayó a principios de mes vino bien, pero luego dejó de llover y ha continuado el calor , circunstancia que le ha perjudicado al fruto», ha aseverado.

Cabe destacar que de la superficie de castaños en Huelva, el 80% son centenarios y el 75% están certificados como ecológicos. Destacan variedades como Pelona del Barranco de los Nogales y San Migueleña, como extratemprana, y Ancha de Álajar, Helechal, Comisaria y Diego Vázquez , como tardías. Los municipios con más superficie de castaños son Galaroza (733 has), Castaño del Robledo (700), Fuenteheridos (600) y Los Marines (400 ).

La producción de esta comarca onubense va destinada en su mayoría a la exportación, en concreto, al norte de Europa, Italia, EEUU y Brasil, donde el producto se consume habitualmente, siendo uno de los más valorados por sus excelentes cualidades organolépticas y su gran calidad. Estos datos de exportación se enfrentan a los bajos índices de demanda nacional, que llegan a ser imperceptibles.

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