La gerente de Granada dice ahora que no tiene competencias para revertir la fusión hospitalaria

La gerente de los hospitales granadinos, Cristina López Espada, y ocho miembros de las plataformas críticas con la reordenación sanitaria se han reunido este jueves por primera vez de forma oficial desde que empezó el conflicto, hace ya tres meses. El resultado del encuentro no ha podido ser más infructuoso: ni la Junta acepta revertir la fusión hospitalaria ni reconoce a como interlocutores válidos a los miembros de la heterogénea marea blanca, compuesta por sindicatos, asociaciones de profesionales y diversos partidos, salvo el PSOE.

Tras el cese fulminante de su antecesor, López Espada fue nombrada por la Consejería de Salud. Le encomendaron encabezar las negociaciones por la crisis sanitaria desatada en Granada, una crisis que parte del año 2014.

Fue entonces cuando se publicó un decreto autonómico para dar cobertura legal a la polémica fusión, un proceso contra el que se posicionaron el 95% de los profesionales en un referéndum que –a la vista está– de nada sirvió.

Las negociaciones no se retomaron hasta hace unos días, cuando la gerente y cuatro de los sindicatos con representación en la Junta de Personal rubricaron un acuerdo en el que se comprometían a trabajar por dos hospitales completos. El documento, del cual se desmarcaron el Sindicato Médico y USAE, fue firmado por CCOO, CSI-F y SATSE, además de UGT. Sin embargo, las plataformas consideran que los dos hospitales completos, tal y como los entienden, no se podrán conseguir mientras se mantenga vigente dicha orden. La derogación, según ha reconocido la gerente, escapa a su ámbito de competencia.

«Con más fuerza» a la próxima manifestación

Tampoco compete, como la Administración ha tratado de vender en las últimas semanas, a los sindicatos rediseñar el mapa sanitario. Pero la gerente insistió ayer en que los interlocutores válidos son la Junta Facultativa, la de Enfermería y la de Personal. Oficialmente desahuciadas de las negociaciones, a las plataformas ya sólo les queda la calle para ejercer algún tipo de presión sobre la Administración. De hecho, el fracaso de la reunión les hace apoyar «con más fuerza» la última manifestación convocada por el médico Jesús Candel, más conocido como Spiriman, la cual está prevista para el próximo 15 de enero.

Entretanto, sigue en el aire la permanencia dentro de las plataformas de los sindicatos CCOO, SATSE y CSI-F, que emprendieron por su cuenta las negociaciones al entender que el documento propuesto por la Consejería de Salud recogía las mismas aspiraciones perseguidas por el heterogénea frente crítico. Posteriormente, la marea blanca les emplazó a desligarse de cualquier otro asunto que no tuviera que ver con la plantilla de profesionales, y este viernes se pronunciarán públicamente al respecto. «Tendrán que salir si no cumplen los criterios de lealtad y transparencia», ha apuntado María José Vílchez, portavoz de las Plataformas en Defensa de la Sanidad Públicas. Los sindicatos citados ya han reconocido a ABC que, «por ley», sólo pueden negociar temas laborales.