El fiscal humanista

Jesús García Calderón es el máximo representante del Ministerio Fiscal en Andalucía desde hace tres lustros. Y ahora es también director de la Real Academia de Bellas Artes de Nuestra Señora de las Angustias de Granada. Dos tareas aparentemente tan distantes toman en García Calderón total consonancia dada su vasta preparación intelectual a la que suma su faceta poética y, en definitiva, su inquietud de profundo calado humanista por el mundo que le rodea.

Sobre su obra literaria el poeta granadino Antonio Carvajal destacó su «honda verdad» y que «prefiere la equidad con los ojos abiertos a la ciega justicia». Su último libro de poesía es Las visitas de Caronte en la colección Tierra de la editorial sevillana La Isla de Siltolá.

Su pasión por los versos se observa también en sus distintos discursos y escritos. No en vano, en su alocución durante la apertura del año judicial en Granada, donde tiene su sede la Fiscalía Superior de Andalucía, citó a Thomas Stearns Eliot, un poeta inglés cuya literatura no es precisamente asequible.

«Si contemplamos a la Administración de Justicia, recordaremos aquel maravilloso verso de Eliot que consideró al río que discurría próximo a su casa como un dios pardo y huraño […] paciente hasta cierto punto», señaló el fiscal superior antes de entrar en harina y recalcar algo que sí entendió todo el auditorio entre el que se encontraba el consejero de Justicia, Emilio de Llera: «nos encontramos con medios insuficientes, con instrumentos jurídicos anacrónicos y seguimos sin contar con un elemento tan indispensable y básico para nuestra labor como el de una verdadera Policía Judicial».

Nunca para, enfrascado en un sinfín de temas y lecturas, según quienes trabajan con él, aunque también es habitual verle por el centro de Granada paseando en familia, o dando alguna indicación por teléfono aunque sea fuera de horario. El tiempo se multiplica cuando uno es un apasionado de lo que hace.

Su preocupación por el patrimonio es quizá el nexo común más evidente entre sus dos ocupaciones institucionales en Granada, la de fiscal superior y director de la Academia de Bellas Artes. García Calderón mantiene que «el análisis de la restauración y la rehabilitación de barrios históricos o edificios en situación ruinosa y la consolidación de un patrimonio monumental contemporáneo deberían ser objeto de una suficiente atención académica». De la ciudad de la Alhambra destacó en su discurso que ha de respetar su «legado histórico» pero «seguir incrementándolo con nuevas apuestas urbanas».

«La mejor manera de dirigir es permitir que cada uno se dirija a sí mismo y ofrezca lo mejor que tiene a los demás», resaltó el nuevo director de la Real Academia Nuestra Señora de las Angustias que seguirá apostando por actividades tan concurridas en los últimos años como los conciertos de su Academia Internacional de Órgano.

La faceta humanística e intelectual de Jesús García Calderón que quedaba patente en su toma de posesión engarza con la de un hombre preocupado por su tiempo y sus circunstancias.

Las nuevas tecnologías condicionan el día a día, pero Andalucía, con la forma de ser de sus ciudadanos, se deja condicionar menos, según defiende este académico de origen extremeño e hijo de periodista que, quizá por ello, se preocupa siempre por la divulgación. De ahí su conocida buena relación con los profesionales de los medios de comunicación y su apuesta por conectar con un público mayoritario en programas como Pido la palabra de Canal Sur Televisión.