Crónicas de Pegoland

Mañana es el día

Aunque la literatura te haya caricaturizado como el Ebenezer Scrooge de Dickens, tienes derecho a que te dé perfectamente igual qué van a hacer con la burra en Belén

Edición en 2019 del espectáculo navideño en la calle Cruz Conde de Córdoba Valerio Merino
Rafael Ruiz

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Querido misántropo de los aficionados a la Navidad . Querido alérgico a los villancicos , a las luces de colorines no ligadas al trabajo sexual , a las multitudes. Querido odiador compulsivo de estas fechas tan señaladas que tenemos por delante. Estimado compañero del metal, dos puntos. El alcalde de esta nuestra ciudad de Córdoba apretará mañana el botón de encendido del alumbrado ornamental que anuncia un mes de desgarros en las córneas y de consumo atropellado de orfidales para escapar de canciones típicas, cantarillos, invitaciones a donde no se quiere estar y compras sin venir a cuento.

Quiero que sepas una cosa: no estás solo. Aunque la literatura te haya caricaturizado como el Ebenezer Scrooge de Dickens, tienes perfecto derecho a que te la soplen los peces en el río, te dé perfectamente igual qué van a hacer con la burra en Belén y desees con todas tus fuerzas que el niño tamborilero haga de una vez un ciclo de FP y se convierta en una persona de provecho.

Vivimos malos tiempos, lo sé. Ahora no se es alcalde de nada si no elevas el volumen de los puñeteros villancicos. De ahí el mamotreto colocado en Cruz Conde , otrora calle apacible donde ver y ser visto, convertida durante un mes en la representación material de ciertas fantasías ópticas relacionadas con las drogas de diseño . Los pronavidad estarán, imagino, encantados. Tú sabes, querido amigo, que se equivocan.

Estas cosas no se rechazan por el cambio climático , el consumo energético o el uso racional de los recursos. Todo eso es literatura de una cosa interior, personal e intransferible, en la que no tiene que ver la pobreza energética , el precio de la luz o la huella de carbono . El menosprecio a estas fiestas, para que sea auténtico, ha de ser el del agonías, el que nunca dará su visto bueno aunque lo que pongan sean dos bombillas titilantes de colorines.

Mañana es el día, querido hermano de la archicofradía de los del no es no. Es la hora de no subir al Centro, quedarse en los barrios con el espumillón de la taberna de guardia como único aderezo, esquivar las invitaciones. Respira hondo y reprime el instinto interior de montar un Puerto Hurraco cuando escuches a Mariah Carey diciendo lo que quiere por Navidad.

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