Las otras llamadas del Papa Francisco a Córdoba

Si de algo ha dejado constancia Su Santidad el Papa Francisco es de su entrega, cercana y cálida, a la comunidad cristiana a la que se debe. Y no en aras del proselitismo, que ha rechazado públicamente, sino por su compromiso con Dios y con los fieles. Así lo ha demostrado tras levantar el teléfono y llamar personalmente a un hombre de Montilla, de 47 años, con parálisis cerebral .

Pero esta no ha sido la única llamada telefónica que ha hecho el Papa Francisco a cristianos cordobeses comprometidos con la Iglesia Católica. En hasta cuatro ocasiones , Su Santidad ha descolgado el auricular para ponerse en contacto con la Carmelitas Descalzas de Lucena. Estas comunicaciones no se justifican únicamente en el reconocimiento que el Papa quiere hacer a esta comunidad de religiosas: el Santo Padre mantiene una amistad con la priora del convento, Sor Adriana de Jesús Resucitado, que es de nacionalidad argentina, al igual que el Sumo Pontífice.

La primera llamada fue en 2014 y felicitó a las monjas y al pueblo de Lucena, dándose la circunstancia de que el Papa dejó un mensaje previo en el contestador telefónico. En uno de estos mensajes pidió a las religiosas que rezasen por la unidad de los cristianos y de las familias y que vivan la austeridad y la pobreza, y también ha querido felicitar en otras ocasiones a las Carmelitas Descalzas con motivo del fin de año.

En otras de las ocasiones en la que saltó el contestador automático, dejó grabado un mensaje diciendo: «Que estarán haciendo las monjas que no me pueden atender . Soy el Papa Francisco y las quería saludar con motivo de este fin de año. Voy a ver si un poco más tarde las puedo llamar, que Dios las bendiga».