Un Murillo y un Miró para eludir la prisión

Francisco José Pozuelo «Pacurri», el que fuera mano derecha del empresario Rafael Gómez «Sandokán», se sentará en el banquillo de los acusados el próximo mes de septiembre, poco antes que su exsocio, para enfrentarse a otros seis años de prisión por dos supuestos delitos contra la Hacienda Pública. El empresario, que intentó prolongar al máximo su ingreso en prisión el pasado mes de diciembre por otra causa, llegó a presentar en el juzgado como aval los certificados de dos obras de arte, acreditadas por un perito, de Murillo y Miró con el objetivo de evitar su encarcelamiento.

Dos pinturas muy diferentes (un Cristo en una columna del artista sevillano del XVII y otra del artista catalán) fueron las que le avalaron dos plazos de unos 20 días de prórroga para retrasar su ingreso en la cárcel, hasta que finalmente la titular del Juzgado de lo Penal número 4 de Córdoba, ante la sentencia firme ratificada por la Audiencia y al no hacerse efectivo el pago acordado, decidió ejecutarla.

La pena le mantendría entre rejas hasta 2021. A mediados de diciembre de 2015, la Policía lo arrestó en su domicilio y lo condujo a prisión.

Pacurri, que acudió días antes al propio juzgado con su abogado, llegó a decir a la jueza que tenía «los cuadros en el coche» y que sólo estaba pendiente de venderlos para poder eludir la prisión. Un extremo que finalmente no se produjo, según informaron fuentes del caso. Pero esta no es la última causa pendiente de saldar. El próximo mes de septiembre, otro juzgado de la capital lo sentará en el banquillo acusado de dos delitos fiscales por defraudar a Hacienda casi tres millones de euros entre 2004 y 2005. Un juicio que llega después de que haya sido suspendido hasta en dos ocasiones anteriormente por su defensa. El Ministerio Público ha solicitado para el propietario de Inversa 3000 seis años de prisión.