CRÓNICAS DE PEGOLAND

La Magna «indie»

Qué escándalo. Cuatro días de conciertos en calles y plazas del Casco soliviantando a los pobres vecinos

Un multitudinario concierto de la Orquesta en la Corredera RAFAEL CARMONA
Rafael Ruiz

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Desde ya lo digo. Me parece fatal, pero fatal fatal, que se haya organizado una magna de música «indie» en calles y plazas del Casco Histórico . Durante cuatro días, cuatro, habrá conciertos acústicos y de los otros en algunas de las zonas más sensibles del patrimonio de la ciudad como la Corredera , Abades , la Trinidad , Orive o Jerónimo Páez , lo que supone un riesgo intolerable del que debe tomar nota, como mínimo, la Unesco. El ciclo se llama Medina Sonora , lo presenta el alcalde un día de estos y se efectúa bajo el auspicio y promoción de una famosa cervecera de nombre Alhambra. Según lo que se ha avanzado, estarán algunos de los más famosos (lo de famosos es un decir) nombres de la música que se sale de los canales mayoritarios como The New Raemon o Anni B. Sweet . Estará también Kiko Veneno , que acaba de relatar lo mucho que charla Carmen Calvo en simpar entrevista, y María José Llergo , que es de lo mejor que ha dado Pozoblanco junto al jamón ibérico. El festival -que interrumpirá nuestros sueños y bloqueará nuestras cocheras- se celebra el 27 y 28 de este mes y el 4 y 5 de octubre en horarios disponibles ya en internet. Si no estoy mal informado, todo de gañote.

Estos del Ayuntamiento están vendidos a los «indies» , ya se sabe. Los lectores de «Mondo Sonoro» se han convertido en una fuerza motriz de la ciudad tal que los concejales se acojonan cuando pasan por El Automático , El Clandestino o El Amapola , que son los reinos de ese mundo oscuro y cerrado que son los que escuchan música rara en el Spotify de pago e incluso comen quinoa. Y, claro, se lo concede todo sin pensar en los pobres residentes fomentando los apartamentos turísticos y la gentrificación. Como todo son modernos a todas horas con sus bigotillos y la «Jot Down» debajo del brazo , están expulsando a los pobres vecinos de toda la vida de estos barrios. Si fuera un concierto, vale. Si fuera un grupillo, estupendo. Pero, hombre, doce de un tirón parece de todo punto intolerable. Que luego vale una pasta que pase Sadeco y no resbales con los restos de cerveza artesanal. Y la peste del tabaco de liar que, como mínimo, consumen los muchachos y muchachas. Ni la siesta nos dejan ya con el ukelele y las canciones en inglés, hombre por favor. Que tienes una urgencia y no puedes ni llevar a la abuela al centro de salud porque están ahí todos los modernos. Por lo menos treinta o cuarenta.

Esto se tiene que acabar. Se empieza tolerando a los que escuchan Radio 3 y se termina en lo peor. Convirtiendo el Casco en un decorado para que se lo queden cuatro colegas. Si quieren dar por saco, al Arenal que para eso está. Y a ver la seguridad, que se imagina uno a tanto «indie» en calles tan estrechas y puede pasar cualquier cosa por la indebida tolerancia municipal y el escaso respeto a los vecinos . Se entienden perfectamente las airadas protestas. ¿Qué será lo próximo, una procesión ?

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