La zona de Jesús Rescatado exige su modernización

Vista desde una cierta altura, la calle Jesús Rescatado no parece formar parte de un Centro Comercial Abierto. Más bien se asemeja a una simple calle más. Y ahí está el problema, según los tenderos que llenan los bajos hasta conformar el principal núcleo comercial de la ciudad, porque la falta absoluta de modernización de la zona amenaza con hundir al pequeño comercio.

Y si a nivel global «da la sensación de que estamos todavía a mediados del siglo pasado», en opinión de José Ángel Cervera, el decano de los comerciantes de esa calle, son los detalles los que marcan la diferencia con otras zonas estratégicas de la ciudad. Empezando por el asfaltado de la calle.

«Lleva unos 15 años sin renovarse y es que está en un mal estado manifiesto», apunta Manolo Calvo, dueño de Telas Vicente y presidente del CCA La Viñuela.

La queja coincide con la noticia de que esa vía ha quedado fuera del Plan Asfalto, a pesar de que en el anterior mandato del PP, incluso, se había colocado un cartel, pero como no se llegó a ejecutar tampoco ha desaparecido.

Lola Fuentes, de La Barata, destaca otros elementos que no son para nada de su gusto. Es el caso de la iluminación con farolas viejas que apenas iluminan la vía cuando los escaparates enmudecen. Otro elemento molesto son los contenedores, de corte anticuado. «A ver si el Ayuntamiento se da cuenta de que la calle necesita de otros elementos, bien soterrados o con otro aspecto más moderno, porque ahora parece una calle de segunda», insistió.

La peatonalización, vital

El resto ven en la peatonalización el principio de la revitalización de la zona. «El ejemplo, para nosotros, debe de ser lo que ocurrió en el centro de Málaga, donde empezaron con la calle Larios y se ha ido ampliando hasta que aquello se ha convertido en la milla de oro», en palabras de Cervera. «Sería el paso para revitalizar todo esto y nos permitiría hacer vida de calle, con actividades lúdicas y con los negocios fuera de las tiendas», señaló el presidente del CCA.

Por lo pronto, la vía carece por completo de mobiliario urbano, árboles, fuentes o espacios verdes de cualquier tipo. Nada, salvo cemento. «La peatonalización nos permitiría instalar toldos, que ahora son inútiles porque acumulan el humo de los coches, y también atraería a algún bar o restaurante para ubicar una terraza que fidelice la clientela», estimó Cervera, quien se lamentó por recordar «que aquí pagamos unos impuestos y alquileres altísimos (1.162 euros por 99 metros) a cambio de nada».