La inauguración del Coso de los Califas de Córdoba, el día en que Manuel Benítez ocupó su trono

Si hubiera una placa a la antigua usanza sobre la inauguración de la plaza de toros de Córdoba diría algo parecido a esto: «Se inauguró este Coso de los Califas , bajo el reinado de Manuel Benítez 'El Cordobés' , el 9 de mayo de 1965». El nuevo recinto llegó en los años en que el diestro era un fenómeno social en toda España.

La nueva plaza había nacido por iniciativa privada de un grupo de empresarios y profesionales, que habían dado los primeros pasos para levantarla dos años antes. Se encomendó a José Rebollo Dicenta , arquitecto municipal en aquel tiempo, y las obras comenzaron en junio de 1963. La Fundación Docomomo le otorgó una placa por sus valores arquitectónicos.

Fue una plaza moderna, con unas condiciones de accesibilidad y seguridad que mejoraban con mucho a muchas de las grandes plazas españolas. Y con gran capacidad: para casi 17.000 espectadores , lo que ha hecho difícil llenarla. Su inauguración fue un día histórico para Córdoba por dos veces. Aquel 9 de mayo de 1965, por la mañana, el cardenal arzobispo de Sevilla, José María Bueno Monreal , coronó canónicamente a Nuestra Señora de los Dolores , todo un acontecimiento para la religiosidad popular cordobesa.

Por la tarde fue la inauguración de la plaza, con una corrida de toros (no festival) a favor de la Asociación Española contra el Cáncer . En aquel tiempo no podía faltar Manuel Benítez Pérez «El Cordobés», que ya era un ídolo social en toda España. Había tomado la alternativa también en Córdoba, en el Coso de los Tejares , en 1963, y en aquel 1965 empezó a liderar el escalafón, lo que sucedió durante varios años. Años después se escribió su nombre como V Califa del Toreo. El entonces ministro José Solís , natural de Cabra , representó al Gobierno en la cita.

Le acompañaron en la terna José María Montilla , que cortó la primera oreja de la historia de la plaza, y Gabriel de la Haba «Zurito» , ambos cordobeses, que se enfrentaron a toros de Carlos Núñez . El resultado artístico no pudo ser mejor: tanto Zurito como El Cordobés cortaron dos orejas y rabo . Desde entonces ha contemplado muchas alternativas y también los altibajos de la fiesta en Córdoba, pero siempre como plaza de primera categoría, por sus buenas condiciones y su tamaño, con 151 metros de diámetro.