Cultura remitirá el informe del Icomos a la Comisión de Patrimonio

La Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía ha recibido en la mañana de este lunes del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos) el informe que da luz verde a la apertura de la segunda puerta en la Mezquita-Catedral, y que este periódico adelantó en exclusiva la pasada semana. La titular del citado departamento autonómico, Rosa Aguilar, confirmó durante un acto en la Fundación Antonio Gala que, una vez que ya está en posesión de documento, remitirá el expediente completo del proyecto a la Comisión Provincial de Patrimonio, que habrá dictaminar sobre él.

La exalcaldesa de Córdoba precisó que antes de dar este paso será necesario que el informe del organismo asociado a la Unesco se traduzca del inglés al castellano por un procedimiento tasado para luego enviárselo «a las partes interesadas, es decir, al Cabildo Catedral de Córdoba, como autor y promotor del proyecto, y también a quien recurrió su aprobación inicial por la Delegación de Cultura de la Junta en Córdoba, para que digan lo que estimen oportuno sobre el expediente».

El documento completo

Una vez que «esas partes interesadas reciban el documento dispondrán de diez días» para hacer las consideraciones que estimen oportunas. Tal y como subrayó la consejera, «transcurrido este plazo, la consejería remitirá el expediente a la Comisión Provincial de Patrimonio, que tendrá que pronunciarse al respecto y «que ya habló en su momento [se pronunció a favor de la segunda puerta], aunque ahora hay un documento nuevo en el expediente, que es el remitido por la Unesco».

Será entonces cuando la Consejería tenga que pronunciarse, y lo hará «con celeridad y prontitud, dentro del marco de la ley». Para Rosa Aguilar, el informe del Icomos adelantado por ABC es un espaldarazo al modo en el que la Junta ha operado en relación a la apertura de la segunda puerta. «Lo que se ha puesto de manifiesto en la repuesta de la Unesco» es que, por parte de Cultura, se hizo lo que «debía hacerse» en su momento, que era trabajar «en la dirección que la Unesco marcara».