Portada de ABC tras la cogida mortal de Manolete en Linares
Portada de ABC tras la cogida mortal de Manolete en Linares - ABC
HISTORIA CONTADA DE UN MITO

Crónica centenaria de Manolete en las páginas de ABC

La génesis, el apogeo, el simbolismo y la tragedia en El Monstruo están enmarcadas en la centenaria cabecera

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En este centenario de Manuel Rodríguez «Manolete», hemos querido rescatar ocho momentos en los anales de ABC que forman parte de una crónica centenaria hacia un torero calificado en estas páginas de pura «solemnidad», y de un personaje de época cuya trascendencia supera las barreras del tiempo.

Las páginas de ABC de Sevilla recogían el 4 de julio de 1939 la crónica de su alternativa en la Maestranza ante Chicuelo y Gitanillo de Triana. Palabras dibujadas, en otra seña de identidad de estas páginas. «Ambiente expectante y ruidoso», arrancaba el texto para ver a Manolete, quien cosechó un «gratísimo doctorado». Un toreo «reposado y ceñido», «obligando mucho al toro». No hubo suerte con la espada, pero aún así, cobró el caluroso aplauso del público.

Con el mdiestro mexicano Carlos Arruza en Barcelona
Con el mdiestro mexicano Carlos Arruza en Barcelona - ABC

Desde ahí, la evocación permanente en infinidad de Terceras de ABC, artículos, crónicas, críticas o reflexiones desde todos los puntos. La de Agustín de Foxá en Acho (Lima) el 15 de noviembre de 1952, rememorando a un Manolete allí venerado. O la de Nestor Luján, el 21 de abril de 1957, para recordar aquellos años de altísima competencia con Carlos Arruza en Barcelona, la plaza donde más toreó (1944-1947). O el artículo del pintor Daniel Vázquez-Díaz en 1965, reviviendo el retrato a medio hacer que le dejó Manolete con su muerte, cuando escrutaba su «impresionante psicología».

Cierra esta pequeña muestra de hemeroteca la Tercera que Cándido dedicó a Manolete en el cincuenta aniversario de su muerte. «Tenía cara de cristo barroco en aquella España de la posguerra donde los cristos eran convulsos, atroces y políticos...». «Un torero cuyo secreto no estaba en el hacer, sino en el estar». «Quieto, hierático, melancólico, él simplemente como causa de sí mismo».

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