PATRIOMONIO
Las claves de la reforma del Templo Romano de Córdoba que arranca estos días
Las obras tienen un plazo de cinco meses, de modo que los visitantes podrían acceder al monumento a finales de año
Con unos retrasos enormes, pero por fin hoy comenzará la segunda fase de rehabilitación del Templo Romano de la calle Claudio Marcelo, pensada para darle una nueva imagen al monumento y, sobre todo, para que los visitantes puedan acceder a su interior. Será la mayor intervención en el conjunto desde su reconstrucción moderna en los años 50 y 60.
Así lo anunció el viernes pasado la teniente de alcalde de Hacienda, Alba Doblas (IU) . La Junta de Gobierno local aprobó el viernes el plan de seguridad de las obras, un requisito indispensable para que las máquinas empiecen a trabajar. Si todo va bien, hoy mismo se podrán ver los trabajos previos de la intervención , que tiene una duración prevista de cinco meses ; para finales de año el monumento podría estar abierto al público, ya que el Ayuntamiento no tiene intención de esperar mucho tiempo más para ver turistas en su interior. Lo dijo Pedro García (IU) , delegado de Turismo, en diciembre del año pasado: «Quedaría feo tenerlo cerrado».
La intervención dotará al Templo Romano de un llamativo aspecto, muy diferente al actual, aunque sus columnas seguirán siendo las protagonistas. Para empezar, los turistas podrán acceder al monumento en varios niveles, incluida una terraza a pie de las columnas . El acceso se haría desde un lateral del Consistorio, donde también habría un centro de interpretación para conocer la importancia que este edificio de culto tuvo durante la época romana de la fundación de la ciudad.
Plataforma elevada
La base de ladrillo visto que actualmente sustenta cada una de las columnas va a desaparecer. En su lugar se colocará una gran plataforma huec a en su interior con un color claro, similar al de las piedras originales que aún pueden verse. Sobre esa estructura habrá un suelo de material parecido a la madera sobre el que podrán pasear los visitantes; será el punto más elevado del Templo Romano al que se podrá acceder. A su vez, en esa base descansarán las once columnas que la dan su características imagen al monumento, y que en realidad fueron fabricadas a imitación de las originales. Los basamentos, fustes y capiteles proceden de la reconstrucción que se hizo siguiendo las técnicas de la época de su descubrimiento, a mediados del siglo XX. Hoy es poco probable que en un descubrimiento arqueológico de esta relevancia se realice una intervención tan agresiva.
Las obras de esta segunda fase han sido adjudicadas a la empresa extremeña Arquetec por 338.000 euros , cuando el presupuesto original contemplaba una inversión de 400.000 euros. La bajada supone un a horro para las arcas municipales de un 15 por ciento . Lo que no ha cambiado es el plazo de ejecución, que se mantiene en cinco meses. Al concurso se presentaron seis firmas especializadas en arqueología y rehabilitación.
Plazos
Afinales de marzo de 2017 comenzaron las obras de la primera fase de restauración del Templo Romano, y fue entonces cuando el Ayuntamiento anunció que la segunda fase podría desarrollarse de forma solapada a la primera, para que el monumento estuviera abierto al público a finales de 2017 . En agosto, las previsiones de apertura se retrasaban hasta la primavera de este año; en diciembre, hasta este verano. Y ahora, para finales de año , en lo que parece la fecha definitiva. Todos los anuncios de plazos y apertura del Templo Romano han corrido a cargo de Pedro García, concejal delegado de Turismo.
Con la puesta en valor del monumento, el Ayuntamiento espera descargar de visitantes la saturada zona de la Mezquita-Catedral y el entorno del Alcázar. No cabe duda de que a partir de ahora el Templo Romano de Claudio Marcelo, tras casi 2.000 años de historia, volverá a ser un foco de atención.
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