Bulla y luz en la Feria de Córdoba

No está lejos el final, pero por eso mismo la diversión es mayor. La Feria de Nuestra Señora de la Salud ya vive su penúltima jornada y Córdoba respira por el recinto de El Arenal con toda la intensidad de aquello que se disfruta mucho. El viernes de Feria se ha parecido a lo que se espera de este día, con una afluencia que ha ido «in crescendo» y que ha tenido a primera hora de la tarde su momento culminante.

Luego se ha mantenido hasta la noche, porque estos días son de vivirse muy intensamente y de apurar y no dejar nada hasta el final. Pero hasta que la noche se puso como para irse de marcha a la Feria, y no había que menguar el gusto de quien lo hiciese, fue un día de muchos caballos, jinetes elegantes y vistosos enganches, casi a juego con las sevillanas que llegaban de todas partes.

Estética del caballo

La cultura en torno a este animal ha sido uno de los factores que más ha conseguido mantener un cierta estética en la Feria de Córdoba, y en la jornada no ha sido una excepción en la impecable estética de los animales y también de los jinetes y amazonas, que hicieron coro con los trajes de volantes y los colores siempre vivos de las portadas.

Entre bailes, conversaciones y tertulias, el sol se va marchando de la Feria de Córdoba y va llegando la noche, que otra vez será muy intensa, y que cambiará los ritmos, aunque no las ganas de diversión. La fiesta sigue mandando y culminará con el deseo de muchos de que se pueda prolongar un día más.