El Ayuntamiento de Córdoba quiere someter a consulta popular la carrera oficial de la Semana Santa

El Ayuntamiento de Córdoba ha propuesto someter a referéndum la carrera oficial de la Semana Santa de Córdoba, que este año ha transcurrido con por las calles del entorno de la Mezquita-Catedral.

El cogobierno PSOE-IU ha propuesto que este cambio de la carrera oficial de la Semana Santa acaecido este año se someta a una consulta popular para concluir con las fricciones políticas creadas al respecto de la medida.

La propuesta la hizo ayer por la tarde el teniente de alcalde de Presidencia, Emilio Aumente, en un debate organizado en Radio Córdoba con el presidente de la Agrupación de Cofradias, Francisco Gómez Sanmiguel, y el teniente de alcalde de Urbanismo, Pedro García, muy crítico con el nuevo itinerario.

Desde Izquierda Unida, que ha criticado muchísimo al PSOE por su apoyo a la iniciativa cofrade y del Obispado de Córdoba, se ha asegurado que la consulta popular es una herramienta válida de participación pero que hay otras. «Bienvenidos a las consultas ciudadanas», ha dicho la concejala Alba Doblas.

Izquierda Unida ha decidido tomarle la palabra al PSOE para que la consulta popular sea una realidad. Presentará una moción el próximo Pleno para que la consulta popular de la nueva carrera oficial se celebre el próximo otoño. «Que sean los vecinos y vecinas de Córdoba los que decidan dónde desarrollar» la Semana Santa, explica en un comunicado.

El movimiento del PSOE pretende callar bocas sobre la tesis de que el traslado de la carrera oficial al entorno de la Mezquita-Catedral tendría aceptación popular en la ciudad tras los resultados de la Semana santa de 2017.

En las semanas anteriores a la celebración de la Semana Santa, Izquierda Unida protagonizó numerosas críticas a la segurdiad del recinto, al acceso al mismo para los palcos y abonados y hasta la licencia para desmontar la segunda puerta de entrada al templo desde el Patio de los Naranjos.

El portavoz del grupo municipal de Ganemos, Rafael Blázquez, ha aplaudido la idea del edil de Presidencia y Seguridad, que tiene la responsabilidad de la interlocución con las hermandades. Blázquez ha asegurado que a su grupo no le gustó el traslado porque no fue negociado con el movimiento ciudadano y porque «privatiza» el espacio público durante semanas.